01 diciembre 2007

¡VIVA Vicente!, Soldado atropellado.



Ayer fui a llevarle la escalera a don pepe, el que vive atrás de la tienda “Ley” de la calle once.
Mientras estaba tocando la reja salio chente, gritándome:
- ¡que quieres!
yo pense, ni en mi casa me gritan asi y solo le conteste...
- Vengo a ver a don pepe, le traigo su escalera. Le dije amablemente.
- a si, tu eres tapiocadas, perdón no te reconocí. Pues grítale mas fuerte por que creo que esta dormido y luego si le toco la puerta a veces se enoja. Me contesto chente
Mientras le seguía gritando a don pepe, platicaba con chente para matar el tiempo.
- y tu que onda, ¿como as estado?. pregunte
-Pues más o menos, a veces me quiero ir de aquí. Es que a uno lo tratan peor que un animal. (Me decía mientras se prevenia de que don pepe no lo fuera a escuchar).
Cuando me dijo eso me sorprendió, y encendió mi intriga por saber lo que había pasado.
- bueno al parecer va a tardar don pepe en salir así que, por que no me cuentas, le dije.
- Bueno pero no le digas a don pepe que te dije esto.
Ayer estaba jugando con el Mario, el hijo de don pepe. El me aventaba la pelota y yo se la regresaba, estábamos en el patio de atrás.
Cuando el niño se aburrió, se dirigió al único pedazo de tierra con lodo que había en el patio.
No se cuantas veces le grite:
- ¡NO, NO TE ACERQUES AHI TE VAS A ENSUCIAR!, Pero no me escucho.
Hasta que se embarro todo de lodo y no bastando con eso, también me aventó pedazos de lodo, ensuciándome el suéter cafe que me pongo. Chingado y es el único que tengo.
Debo admitir que se miraba chistoso con su ropa nueva llena de lodo, ese pans rojo que le compro doña mary en Garlans, la semana pasada.
Cuando el niño me aventó por sorpresa tierra a los ojos, salí corriendo mientras me reía y sin querer, choque con la ropa que acababan de lavar y estaba tendida.
Justo en ese momento sale la doña y claro me mira que le ensucie la ropa.
Me puso una regañada de esas que no se olvidan, pero claro al niño no le dijo nada.
Ya me estoy hartando de esos tratos especiales que le dan a el.
Yo creo que un día de estos me vengo fugando de la casa y haber si se encuentran a otro que les ayude a limpiar y a cuidar la casa y a sus hijos como yo lo hago.
Me fui a acostar a mi cama y en ese momento llego don pepe.
Cuando me le acerco a saludarlo me dice, ¡no cabron! hazte para allá; ni me toques que me ensucias.
Y para acabarla me dejaron sin cenar. En la noche le trate de hablar a doña mary, tocándole la puerta y sale gritando:
- ¡Que quieres!
- Pues comer, le respondí.
Pero nunca entienden lo que uno les dice.
Y luego dicen que yo soy el pendejo.
Cuando chente me contó la historia, no me quedo más que decirle: pues ni modo así es la vida. mientras levante los hombros en gesto de conformismo.
En ese momento sale don pepe con una camiseta de tirantes y unos shorts que parecían boxers, tratando de esforzar la mirada para reconocerme.
- soy yo, le traigo la escalera!! Le grite para que me reconociera (ya se que es estupido decir “soy yo” para que reconozcan a uno, pero eso grite)
A ok tapiocadas, deja te abro la puerta para que la pongas ahí aun lado de la ventana.
Cuando don pepe abrió la reja de la casa se escucha un ruido de un carro que iba a muy alta velocidad. En eso chente se asusta y empuja a don pepe para salir de la casa y ver que era lo que había pasado.
Don pepe grita:
- Chente, a donde chingados vas cabron.
Cuando deje la escalera a un lado de la ventana le dije a don pepe, no se preocupe yo voy a ver que paso.
En eso veo a chente olfateando algo que estaba en la calle justo en el semaforo que divide la Av. sonora y la calle 10, en el asadero Dany.
- chente, que chingados haces cabron?
Agarre a chente del collar y al parecer habían atropellado a un soldado desde 100 metros atrás, estaba barriendo la calle del cuartel y la persona que iba manejando no se quería detener.
Lo llevaba enganchado en la parte de abajo del carro y la única forma de que el cuerpo se fuera a salir de ahí, era desbaratándose.
Al parecer chente olfateaba un pie que soltó el carro marca “honda” del agresor.
Del otro lado de la calle estaban los brazos y rasgos del traje verde. Al parecer la cabeza estaba a una cuadra de distancia, pero no lo quise averiguar.
Cuando lleve a chente a la casa de don pepe, lo recibieron con una patada mientras le gritaban:
- Pinchi perro ya te dije que no te salgas, pero no entiendes.
Mientras chente le gritaba:
- Ya le dije que me saquen a pasear de vez en cuando, pero ustedes no entienden.
dias despues escuche que el conductor del auto era un menor de edad, lo atraparon tratando de cruzar la linea divisoria de Mexico-EUA. pero eso solo lo escuche por ahi.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

por un momento me enganiaste tapiokadas!!!!

Susanska dijo...

yo tengo un perro que se llama jack.


hasta que entendiste.

Orizschna dijo...

Tssss me cae que esos weyes no saben tratar a Chente.
Pinche historia cabrona tapiocadas......yo vivo rete cerca de ahi y no supe del mentado guacho.
En fin, hay te guacho.

Saludotes!

meli dijo...

jjajaja

por cierto ..

quiero un perrito!!!!!!!!!1


:)

saludos...

meli dijo...

jjajaja

por cierto ..

quiero un perrito!!!!!!!!!1


:)

saludos...