28 noviembre 2009

Tapiocaditas y las drogas.

foto de Terry Richardson
Mi experiencia con las drogas, la verdad no ha sido con un largo historial o con un final frustrante, por lo que me resulta concluir que. (Esperen yo no escribo así los post).
Hace como tres meses estaba en una fiesta de la escuela de artes, la fiesta ya estaba en su apogeo, donde lo más notorio es cuando quitan las canciones electrónicas o de grupos desconocidos pero con un buen toque, y sale a flote el cobre, con canciones de reggeton o una que otra canción de banda, como por ejemplo esa que va:
Nos paramos en un oxxo Las morras en sus asientos cinco cajas de malrlboro dos targetas de docientos se me hizo chica la troca conseguimos un 300.
Pisteamos nos embroncamos Loqueamos y hasta gritamos Las morras nos las clavamos Y al rato nos las cambiamos Les tiramos sus tilichis y amanecimos pisteando bichis.
Ya después de hacer el famoso círculo, donde metemos al centro a bailar a las más buena y ebria, me di cuenta de algo serio, de que me empezó a dar hambre. Cuando se me acabo la cerveza, una amiga de al lado tenía un vasote, de esos que le hechas clamato y salados, que con cerveza hacen una mezcla muy buena, así que le pedí un trago para quitarme el antojo. Pero ese fue un error, ya que ese clamato era con jugo de camarón, y esa cerveza sabía a sopa de vaso.
Ella le daba sus tragotes a ese vasote, como si supiera sabroso, hasta hielo le había echado, pero cuando yo lo probé, me dieron ganas de escupirlo, ya que cuando tú tienes en mente que lo que vas a probar es cerveza con clamato, tu subconsciente hasta suelta mas saliva para saborearlo, pero cuando el sabor fue a sopa de vaso, me dieron ganas de expectorarlo, y lo habría hecho, si no fuera por que mi amiga estaba parada justo enfrente de mí, y le hubiera chorreado toda la cara, algo así cuando escupes la leche agria después de un tragote, o cuando te comiste una pizza y te das cuenta que tiene un cucaracha de esas gordas que brillan como arcoíris.
Así que tuve que aguantarme el trago y me salió algo de ese jugo por las fosas nasales, tuve que fumar para quitarme el sabor de la boca y de la nariz.
Cansado de escuchar las mismas canciones, fui a cambiarle a la computadora, donde de repente así de la nada, aparecieron dos chavas chaparras con una charola grandota llena de brownies.
-quieres comprar uno? ( me dijeron)
Me rei de ellas, - como se atreven a traer pastelitos a una fiesta y esta hora, deberían de traer tacos de machaca, o de chicharron, por que tengo un chingo de hambre, jajaja pastelitos, además con cerveza me va a dar diabetes.
Ellas no se rieron de mis comentarios, lo que me hizo suponer que me mandarían mucho a la ignorancia, pero ahí siguieron, lo cual para mi estado de ebriadez significo que les había gustado y me sentí un jhon travolta mexicano enseñando los pelos en el pecho aunque hiciera frio.
Pero no, otra vez yo estaba mal, por que ellas no se quedaron ahí por mí, si no, por que le estaban ofreciendo a mi amigo que estaba parado a un lado de mí y a él si le sonreirán. Cuando me di la vuelta y me destinaba a agarrar mas cerveza del barril, ellas dijeron unas palabras mágicas que me hicieron retumbar en la cabeza, ya que nunca las había escuchado con tanto énfasis de unas chaparras gorditas con una bandeja gigante.
-ándale valen 15 y son brownies felices. --Felices? -sí, felices! --Felices de acá, con acá? -sí, felices!
La neta les compre uno, por que nunca los había probado, pero como estaba muy ebrio y no quería pasar la noche en la cárcel otra vez, lo guarde en la cajuelita del carro aun lado de mis papeles vehiculares y la lamparita de emergencia.
A los 3 días me lo comí, esa miniatura que me había costado 15 pesos, eran como las 7 de la noche y me acorde que lo tenía guardado en el carro, fui a sacarlo y después de haberme comido una calotona de la esquina de mi casa, le di santa digestión. Y la neta me supo a humo con cartón. No viaje ni nada, ni me puse a reír como loco, pero yo creo que si me hubiera comido 3 brownies si me hubiera puesto pachecon, pero aquí es donde demuestro mi total control donde digo que puedes probarlo pero tampoco te la mames, bueno algo así.
A la semana siguiente, no había podido dormir bien, pero claro que esto no fue una consecuencia de este famoso panecito, si no, que de repente me dan rachas de dormir en la tarde y en la noche se me quita el sueño, o también, de repente me dan ganas de tomar café y así como si fuera yo bien pitudo me tomo mi vasote de capuchino, y luego duro con taquicardia todo el día y sin poder dormir en las noches.
Así que fui a inspeccionar la bolsa de pastillas de la abuela y me encontré unas que se llaman diazapan, mi abuela se toma la mitad de una, pero yo dije, na… eso lo hace por que esta vieja, yo me debería de tomar dos, pero no, solo me tome una. Y a los 5 minutos estaba mas mareado que cuando me tomo 8 botes de cerveza.
Ya estaba acostado mareado cuando de repente me dieron ganas de orinar, me pare y fui, y mi caminata era como caballo recién parido. Creo que hice más ruido que cuando estoy ebrio, y creo que hasta orine más fuera del escusado.
Ayer en una exposición del maestro Benavides, me volví a encontrar a esta singular persona chaparrita, parecida que hubiese salido de la aldea de los hobbits, me acerque a ella y la salude, - “oie tu eres la chica de los panecitos, cuando vuelves a hacer”. Claro ahí me confirmo que esa vez que los había hecho, era mera casualidad, ya que no acostumbra hacerlos y ya de ahí se junto con sus amigos y nos quedamos platicando, luego todos se despidieron y dijeron vamos a ir a fumar a mi casa, ¿no quieres ir?
ahi me salio lo puto y dije: -"na, yo no le hago".

22 noviembre 2009

TaaTV

estar aburrido, tiene sus consecuencias

16 noviembre 2009

TaaTv

Ayer tuve una pesadilla soñé que estaba en un mercado gringo con muchas luces deslumbrantes, no me acuerdo para que había entrado, pero yo era una muchacha que nunca he visto en mi vida, de cabello negro lacio con cola de caballo y piel blanca, con shortcitos de mezclilla y un sweter gris de zipper.

Andaba cuidando a un bebe en su carriola, y alguien me perseguía, era Jason, con su máscara de hockey y su machete bien pitudo. Yo corría y no podía escapar, siempre me encontraba, detrás de las lechugas, en el refri, detrás del corn flakes del gallo.

Aparte huía de un hombre de traje, bigotón, que parecía ser policía de la CIA. Hasta que pude salir del mercado, y en el estacionamiento me perseguían los carros, que chocaban y explotaban.

Hasta que logre salir del lugar, pero ya no tenía la carriola, ahora era un carrito del mercado y ya no estaba jason.

Pero se escuchaba la voz del sr bigotón, que estaba dando indicaciones de que me mataran fuese lo que fuese. Yo corría con todas mis ganas, pero no había casas ni calles, todo era un camino largo con una pared gigantes a mi izquierda, que lo iluminaban unos postes de luz y a mi derecha estaba el mar.

Salí corriendo hasta que tiraron una bomba y me acorde del bebe que lo había dejado en el mercado y el sr. bigoton lo había encontrado a un lado de las sandias.

Me desperté y eran las 11:40 de la mañana, había dormido 12 horas, me dolía la cabeza.

(Dr toñichiwa, dramatizando escenas)

05 noviembre 2009

El mago de oz

La protagonista es Dorothy Gale (Judy Garland) quien es una niña que vive feliz mente un una granja en compañía de sus abuelos, tíos y su perro toto. La escenografía es cerrada, lo que quiere decir que es en un foro y los paisajes son pintados a mano. Los colores que muestran para mostrar el cambio de historia, son el amarillo, donde la vida real muestra a una dorothy inocente y un poco mimada.

Pronto un huracán llega al pueblo y vemos un montaje bien realizado, donde nos muestra por la ventana del cuarto una serie de imágenes que son arrastradas junto con la casa de dorothy, ahí podemos ver una vaca, que siempre me recuerda a la película de “tornado”, pero vemos que en realidad es tomada de esta película.

Cuando dorothy llega al nuevo reino, el espectador se encuentra con unos colores que siempre había soñado ver en el cine. La escenografía es muy detallada a un cuento de hadas, el cual lo habitan unas personas pequeñitas que están escondidos por temor a la bruja que llego a gobernarlos con toda su tiranía. Sin querer, la casa de dorothy aplasta a la bruja y llega una princesa encantada vestida de color de rosa (Billie Burke) con una cara angelical que bien podría considerarse como el símbolo materno de dorothy.

Con todo el pueblo agradecido, dorothy emprende un viaje que lo llevara a casa, poniéndose unas zapatillas rojas que pertenecían a la bruja que acaba de morir. En realidad no sé si estas zapatillas simbolicen algo, pero tengo el presentimiento que es algo con que los sueños se hagan realidad.

Dorothy emprende el viaje y para variar con una canción ya que la mayoría del guion son letras musicales que acompaña cada situación. Y el primero personaje en toparse es al espantapájaros (Ray Bolger) quien está colgado en medio de un maizal, el personaje de este espantapájaros es el que más me gustaba de niño, aunque no sé por qué, el buscaba llegar con el mago de oz, para pedirle sabiduría e inteligencia, sin darse cuenta de que ya la tenía. Se me hace gracioso que pusieran a un espantapájaros con estas características ya que se me hace algo trillado poner a un granjero como un cliché de ignorancia. Aunque no puedo decir que he conocido a granjeros, solo a gente de ranchos de aquí de Mexicali, aunque si son un poco ignorantes.

Rápido pasa la siguiente escena donde el espantapájaros muestra su sabiduría engañando a unos árboles para que les aventaran manzanas. Pero nadie se percata de que uso el cerebro, pareciera como si necesitáramos que alguien que admiráramos nos dijese lo que está enfrente de nuestros ojos, para darnos cuenta de que en verdad somos lo que queremos.

El siguiente personaje en encontrarse es el hombre de hojalata (Jack Haley). Quien es un leñador que al parecer se le olvido ponerse aceite y se quedo inmóvil en medio del bosque, sin nadie que lo ayudara. Es curioso que este personaje pidiera un corazón. Yo creo que se equivoco al pedir esto, debería de haber pedido amor, o una relación, ya que se le nota la soledad que lo rodeaba, aparte de que su apariencia era de un hojalata, tal vez simulando mostrar que era una persona muy fría sin sentimientos, al parecer para perder la tristeza que sentía se puso a trabajar hasta que se quedo sin aceite, tal vez lo veo como un suicidio, y llega dorothy y el espantapájaros a salvarlo de tal acto triste.

El tercer y último personaje es un león miedoso (Bert Lahr), la ironía otra vez bofetea al público poniendo al león con su melena como corona de rey de la selva que lo es, sin embargo este es miedoso y llorón. Pero no es un simple leoncito, sino que tiene un aspecto maricon, pero con unas garras feroces y con un tamaño que fácil llegaría a los dos metros. Esto me hace recordar cuantas personas no he mirado y tienen aspecto imponente y luego resultan que son miedosos. Cuando era niño me desagradaba cada vez que le hacen close up, ya que nunca me gustaron las facciones de su cara.

Justo antes de llegar al castillo del mago de oz, la bruja realiza un hechizo para impedir tal suceso, cuantas veces no hemos tenido un sueño y no lo podemos realizar, aparece ahí la oportunidad y sin embargo no lo realizamos, y nos quedamos ahí, en la orillita… esto ya parece un cliché mexicano donde el ya merito está casado con nuestra raza, y cuantas veces no hemos querido que llegue dios en forma de hada madrina vestida de color de rosa como dice Ramón Ayala, con la cara hermosa y nos susurre al oído y nos ayude con un hechizo. Seria encantador verlo en nuestra vida, de consuelo lo podemos ver en esta película donde la hada madrina evita el hechizo de la malvada bruja. Y dorothy y compañía emprenden otra vez el viaje y para variar con una canción.

Llegan al castillo del mago de oz, y todo parece haber terminado, pero en realidad no parece un castillo, parece una fábrica o tipo cantina, donde todos están trabajando felices donde a cambio de dinero los pueden atender. Sin ninguna pertenencia más que los zapatos mágicos de dorothy los dejan entrar a cambio de ellos. Aquí yo podría decir que les dan gato por liebre, ya que al parecer el mago de oz, sabe que vale más esos zapatos que los deseos que pedirán. Al entrar me dio mucha risa cada vez que lo recuerdo, por que se suben a una carrosa con un caballo morado, en cambio de cada toma el caballo cambia de color a rojo y a amarillo.

Aquí es la primera vez que vemos al mago de oz, imponente con fuegos artificiales, humo y cosas mágicas así como lo imaginamos, y no les concede nada hasta les entreguen el cetro de la bruja malvada. Así que van hacia el castillo de la bruja y enfrentan a todos los secuaces que son unos changuitos con alas, muy curiosos. Aquí es donde la valentía, el amor, y la inteligencia se combinan para salvar a dorothy de las garras de la bruja, que sin querer queriendo se muere desconociendo el punto débil de ella, el agua.

A mí me dio un sabor amargo de niño al ver el mago de oz como es en realidad, o sea, ese es el título de la película, toda la historia lo buscan, todos tienen esperanzas en que les pueden resolver sus problemas y resulta ser un fraude, pero no para mal, sino que les hace ver lo valiosos que somos a cada uno.