21 diciembre 2010

El ataque de las mujeres embarazadas.



Hace rato paso algo muy gracioso cuando me encontré con Claudia en la entrada del área de cuarto Limpio. El cuarto limpio es la parte donde trabajo. Ahí es toda una aventura para poder entrar, ya que te tienes que quitar los zapatos para entrar a la empresa (claro que los mexicanos somos sucios y esto se lo copiamos a los japoneses que nacieron antes que nosotros). Después te tienes que poner un traje antiestático con gorro y un unas botas tipo ninja antiestáticas también. Después de pasar por el probador antiestático, puedes entrar al área de producción y justo antes de entrar al área de cuarto limpio te pones unos guantes de látex como los que anuncian los proctólogos y un tapaboca. En esa parte estaba Claudia H. que más bien yo la conozco como la generala. Así que cada vez que la veo la saludo con un saludo de soldado gringo.
Bueno la verdad no es gringo el saludo, así le digo porque me lo enseño mi hermano, quien fue soldado y es gringo. El saludo es simple, pones juntos los talones de los pies y levantas tu mano izquierda hasta ponerla en la frente, mientras la otra mano está pegada al costado de tu cuerpo. Pero aquí lo que tienes que hacer con cuidado es de no hacer un saludo al Cantinflas, con la palma de la mano hacia enfrente ya que los soldados gringos te dan una bofetada que te hará caer al suelo. Lo curioso es que cuando firmas el contrato para entrar a la milicia, aceptas que puedes ser castigado físicamente por hacer mal este saludo. Al parecer para ellos es como si les enseñaras el dedo de en medio de la mano. Pero hay otras leyendas que dicen que viene de los soldados de Inglaterra, que en la primera guerra mundial saludaban así (enseñando la palma de la mano) por que tenían que levantarse el casco que les tapaba la vista. Y se miraba muy dummy.
Entonces Claudia se estaba poniendo los guantes de Látex y estaba discutiendo con panchito, que ella se había puesto una crema que olía raro.
- Verdad Tapiocadas, que huele raro?
- A ver déjame oler.
Olía a aceite de coco, pero con calor humano, bueno… calor femenino ya que ella lo tenía puesto, desgraciada mente para el olor, la generala no es de muy bonitas facciones. Pero se me salió decir:
-Huele a labios de mujer.
Qué bueno que no había gente alrededor, para escuchar semejante frase tan Pitufo Vanidoso.
Al entrar al área estaba Wendy quien está embarazada y lleva casi 5 mese de embarazo y con el traje antiestático parece como un teletubbie, también esta Liz y Giss, aunque la ultima no está en esa área. De hecho hoy fui a comer con ella y le mire la pansa. Yo creo que a los únicos que les gustan las mujeres embarazadas son los que las hicieron y están esperando a ese niño. A mí nunca me ha gustado ver eso, aunque es una deformidad natural, me parece salido de una película de David Lynch, o del video juego de Silent Hill. Aunque ya las he tocado, y el día de hoy también, es como un gran globo de agua con gelatina, pero no se dé que sabor sea.
Así como mi Tío que estaba impaciente por ver a su primer hijo y se metió al parto para verlo nacer. A la navidad siguiente lo recordó y nos conto la historia, él tenía ojos de trauma y fijos en el suelo:
- Yo estaba ahí en la sala de parto, por que quería ya ver a mi hijo, pero no sé cómo aguante estar ahí. ver tanta sangre y cosas saliendo de la vagina. Aparte recuerdo que días antes quería grabar ese momento, no puede ser. Hubiera quemado esa grabación junta con la cámara. Si… es algo bonito y natural ver como dan a luz pero yo no lo recomiendo ni lo volveré a hacer.
Al parecer mi tío lo cumplió. No sé si se espero 3 años para tener otro hijo para planear mejor la edad de sus hijos o por las tripas saliendo de la vagina de su esposa.
Aunque hace como 4 navidades fui a la casa de otra tía y ahí pasaron el parto de una de las sobrinas de unas señoras que no conocía. Lloraron y se abrazaron mientras en el video se miraban las piernas de una mujer abiertas de un extremo a otro y saliendo una criatura roja llorando y gritando.
Sala verga que miro eso y me voy a la sala a ver la pasión de Cristo que estaba en el canal 5 o 32 aquí en Mexicali.
No he vuelto ni volveré a pasar una navidad con esa tía.

19 diciembre 2010

acer lleva h de huevos


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No importa ser el mejor, si no el número uno. Me dijo un amigo esta frase… tan rara.

- -¿A poco si? ¿Quien dice eso? (le respondí)

- --En las clases de mercadotecnia.

Ya después de unas cervezas también dijo: 
-El dinero nunca te dejara pobre. Junto con, “los negocios de comida, son los que más dejan”.

Al día siguiente me puse a hacer tortillas de harina, para abrir un puesto de tacos. Y me di cuenta de que se ocupa una sra de sonora para eso, las hice pero mejor no me las comí por temor de empacharme. Me puse a azar la carne, la cual ya estaba preparada en la carnicería super chivas. Y le puse una salsa que estaba en el refri y me di cuenta que lo único que se de comida… es comerla.

Al dia siguiente Paul me comento que el Pepe había perdido contra el panchito en el ajedrez. Asi que fui a buscar a Pepe, para que comentara su versión de los hechos.

Pepe: no puede ser, perdí hasta con el panchito, con ese pendejo, le jugare la revancha no puede quedar esto así.

Se notaba que pepe estaba humillado, ya que haber perdido contra él que considera un pendejo, le dolió en el orgullo, y buscaba la revancha para limpiar su nombre.

Al día siguiente llego panchito gritando a la oficina: ayer, llego el pepe bien vergas diciéndome que me jugaba la revancha, y que le juego pa’ ver quien es mas pendejo, y que le gano.

- -A cabron, le ganaste a ser mas pendejo o como estuvo.

Panchito no entendió la respuesta y confirmo: no… yo gane, le gane en el ajedrez. (acompañado de una risa de pedron infante en "Los tres Garcias")

El jefe murmuro, ese muchacho no está entero.
Al final de la noche, fui a un tokin en un bar, estaba una banda haciendo covers de depeche mode. Pero, aunque tocaron bien, lo que no me gusta es que siempre te quedas con ganas de más canciones que no tocaron. Es como cuando besas a una chica y no la terminaste de besar.

28 noviembre 2010

Taps in the Box



Aunque tenía gente esperándome en el automóvil, yo seguí con las compras. Mis objetivos era un costal grande de comida para perro, el más grande para no volver a comprar durante un mes, o si se podía 2 meses y una lata de espuma para afeitar marca Barbasol, de la más barata y la que todo hombre debe de tener. Pero, me dio curiosidad por pasar al departamento de autos, quería ver todos los tipos de accesorios que tenían. Desde las llantas hasta las calcomanías. Los tapetes y los cubiertos para volantes.

Al buscar los productos para limpiar llantas, camine y mire todas las marcas. Al terminar de ver todas, ahí estaba una muchacha en pans rosa, peinada de cola de caballo, rechoncha en su figura y con las manitas morenas metidas en la bolsa de la sudadera, haciendo la pose de Alfred Hitchcock. Me le quede viendo a la cara y ella también a mí. Al parecer me reconoció.

Siempre hay un juego de miradas y facciones cuando reconoces a una persona y ella lo siguió, abrió los ojos más de lo normal, movió el labio superior de la boca para flexionar mejor el hueso maxilar superior, y de ahí ligeramente sonrió.

Yo iba a empezar el juego de facciones, pero solo me quede en el primer caso. Mientras me acorde de ella, de por qué le había dejado de hablar. Creo que fue porque ella pensaba que le gustaba. Así como les pasa a los hombres con las mujeres, que si una es simpática con alguien, este piensa que ya la tiene segura. Lo curioso fue que ella nunca lo averiguo y siempre lo supuso, contándoselo a los demás, y me indigne. Nunca me ha gustado este tipo de molde, pero creo que ella era simpática, de no serlo no la recordaría.

La seguí viendo sin seguir en el juego y camine hacia ella. Camine alegremente con mi carrito del mandado, como caperucita roja yendo a la casa de la abuelita. A veces me hace pensar que caperucita roja fue un tributo, un sacrificio para un lobo que atormentaba a una aldea y la única forma de que los dejara en paz, era sacrificando a una niña virgen.

La miraba a los ojos mientras caminaba y así me fui de paso, hacia el área de las bicicletas.