19 octubre 2018

Mercado de lagrimas.


Mi nombre se escucha a lo lejos, bueno no tan lejos… yo estaba en la cocina y ellas en la recamara que está en seguida, como a unos 3 metros.

Al entrar al cuarto empuje la puerta en su totalidad y a los 2 primeros pasos tropiezo con unos zapatos de mujer que había en el piso.

-          Ahh quien dejo esto aquí? Uhh no deberían de dejar estos zapatos tirados…

-          -- Mira nada más, ahora resulta que tú te quejas de eso!
-          
-Bueno, pero cuando yo los dejo en la sala, nunca escucho que alguien se tropiece, pero para que me hablaban?

-          -- No, ya nada. Te íbamos a contar algo bonito, pero ya no.

Chantajes femeninos de mi esposa y mi hija; quienes estaban acostadas en la cama. Mariana sobre su madre acurrucada como bebe.

-Bueno ya vine hasta acá y ahora me cuentan lo que querían.

-- Si Mariana, cuéntale a tu papa.

Mariana escondió la cabeza en el antebrazo de su madre y grito “NO!”.

-          --Lo que pasa es que Mariana dice que en el kínder los dejaron jugar con plastilina y ella se hizo un anillo, se lo puso y se los enseño a todos. Entonces Armandito se le acercó y le pregunto si se quería casar con él.

-          -¿Y qué contesto? Mariana dime, no escondas la cabeza. Se responsable de tus actos! Mírame a los ojos hija mía y cuéntame que ha pasado. Lo dije gritando, arrodillado, mirando el cuadro del sagrado corazón, mis manos arrugaron las sabanas de la cama y mi baba llegaba a la altura de mi cuello.

-          -- Le dije que NO! Grito Mariana.

De repente una rosa apareció en la cama y una brisa acaricio mi rostro, no recuerdo si esa brisa tenia lavanda o vainilla o ese nuevo aroma que tienen los aromatizantes de “Crisp Breeze, ropa limpia” de air wick que me gusta tanto.

-Gracias! Gracias!

-          -- Espérate pero hay otra cosa que no termina de decirte. Ese niño se le acercó y le dio un beso de baba. Un beso de baba a mi hija! Solo tiene 4 años. Dijo su Madre.

-          ¿Mariana es cierto? ¿Dónde te dio ese beso de baba?

-          -- Pues en la boca papá.

-          Pero le dijiste que no te casarías con él ¿verdad?

Mariana movió la cabeza diciendo que no y volteo a ver los ojos de su madre.

-          -- Tapiocadas haz algo! Solo tiene cuatro años.

No importa mujer, ella dijo qué no; Aunque sea el niño que le guste y se le presente la oportunidad perfecta, ella dijo que no. Me levante del piso y puse la rosa en un florero que también mágicamente apareció. Y le puse agua de garrafón que me cuesta 23 pesos.