26 agosto 2009

Una version de lo que es el amor. El post mas puto que eh escrito...

El amor, una palabra totalmente descartada en el léxico de cualquier macho Mexicano que se respeta, donde la sola casualidad de decir tal palabra, ocasiona miradas retadoras en contra de quien la dijo. Desde niño se aprende que esta palabra es un sinónimo de debilidad y cursilería, haciendo que se esconda tal sentimiento y sea sembrado para ser regado muy raramente.

Una vez, le pregunte a mi amigo Mario, si alguna vez le había dicho a su novia que la amaba, el entorno fue muy oportuno ya que era fiesta de cumpleaños de ella, en casa de sus abuelos, allá por un rancho a orillas de Mexicali.

Mario contesto: -Hay pocas veces que puedo decir la frase “te amo” sin sentir vergüenza alguna y sin hacer suposiciones sobre lo que dirán de mí como hombre, una es para convencer a la novia para tener relaciones sexuales y la otra para felicitar a mi madre en su cumpleaños, no más.

Mario se hecho a reír, y cuando vio venir a su novia se puso serio, y cambio el tema. Su novia se fue de paso para saludar a una tía que había llegado, así que le volví a preguntar- ¿que es el amor para ti, Mario?- Mario se soltó una risa nerviosa y volteo su cara hacia el lado contrario de donde yo estaba.

-¿El amor?- Dijo con una duda estrecha. Después de titubeos y balbuceos a lo largo de 15 minutos, dijo:

-Pues es algo vital en la vida, es un sentimiento de alegría, de paz… no se, algo así. Y con la familia es diferente, es amor familiar, nacemos amándolos… no se, algo así.

Se quedo callado por varios minutos mientras se tomaba una cerveza. Y ahí hice una última pregunta -oye Mario, y ¿alguna vez le has dicho a tu familia que la amas?

-Nel - Respondió Mario, con una risa burlona y cínica.

Mario se levanto de la silla y se fue por otra cerveza, y cuando volvió dijo su comentario final.

-Una vez cuando era niño tenia un perro que no era de raza, yo lo llamaba “kanon” y mi madre le decía “perro corriente”, Y con el dure como 7 años. El perro era travieso y canijo, siempre se metía a la casa y tiraba la basura de la cocina, se brincaba el cerco para pelearse contra otros perros de la cuadra, una vez mordió al que entregaba los recibos de la luz, y luego destrozo los rosales del patio. Ahí estaba siempre yo al final de cada travesura para cuidarlo y defenderlo del garrote de mi madre, y de las patadas de mi padre. Hasta que un día empezó a recaer por una enfermedad rara que le dio, a veces ni se paraba a comer, ni a tomar agua y un día amaneció muerto. Esa mañana mi padre me levanto temprano para hacer un hoyo en la parte trasera de la casa. Mientras yo cavaba sentía un raro dolor dentro de mi pecho que me hizo preguntarle a mi padre.

-¿Por qué no lo llevamos al veterinario?

- Pa’ que, si sale mas barato que nos regalen uno. A demás ya estaba viejo-Dijo mi padre.

-No se si amé a ese perro, pero tampoco le dije nada- explicó Mario riéndose.

Al final de la fiesta, Mario estaba borracho y no se podía levantar de la silla, yo estaba igual que él y empecé a hablar de un tema que tenia mucha importancia; el cual ya olvide de que trataba. Mientras hablaba empecé a cabecear y entre sueños mire que la novia de Mario se acercaba, parecía que no podía mantener muy bien el equilibrio, seguramente, traía algunas copas de mas. Se le sentó en las piernas mientras lo abrazaba, empezó a hablarle en susurros, lo suficientemente claros, como para que yo medio escuchara. Ella hablaba, como si estuvieran solos, ya que yo aparentaba ser un bulto dormido a un lado de ellos.

Fue así, como empezó el monólogo.

-Es increíble como con el pasar de los años, nos complementamos cada día más. Pareciera que nos adivinamos el pensamiento… o definitivamente hemos hecho un dúo perfecto, sin fallas ni errores.

Cada día que pasa, no puedo dejar de agradecer el tenerte a mi lado, el saber que cuento contigo y sobre todo, que yo estaré ahí para ti, en las buenas, las malas, y peores. Se que con nadie en esta tierra seria tan feliz, que contigo.

Si supieras lo feliz que me hace tenerte… Verte dormir, la sonrisita que haces al despertar, tus ojos brillando de sorpresa, tu cara de asombro cuando no entiendes algo, tus besos en mi frente, tu cabello alborotado en la mañana y tu perfume que se cuela por mi nariz.

Gracias a ti, todas las cosas pequeñas de la vida tienen un nuevo significado. El ruido del mar por las noches, la neblina que se asienta en los meses de invierno, la lluvia que dura días y noches, ese sol de junio que nos quema en la nuca, ese olor a lavanda de los jardines y las luciérnagas que iluminan los paseos por el parque ya entrada la noche.

No cambiaria por nada nuestras tonterías… Esas de niños de primaria, pelearnos por el helado en la nevera, por quien es el bueno en la serie que miramos, quien contesta el teléfono, quien abre la puerta y lo mas increíble, quien hace la comida el fin de semana. Secretamente, amo tanto esas babosadas (como tú les dices).

Quisiera que aquellos que no apostaban ni 5 pesos por nuestra relación, ahora nos vieran. No eras mi obsesión de la adolescencia, pero siempre supe que eras la otra parte de mi vida. Y te lo dije, aquel noviembre, llorando de felicidad, por que sabia que siempre estaríamos juntos.

De estos 7 años, te juro que no cambiaria nada. Ni esa vez que nos peleamos y dejarnos de vernos una semana, ni la vez que me enferme y no podía estar a tu lado, ni las llamadas de ciertas personas, que solo querían tambalear nuestra relación, eso hizo fortalecer lo nuestro.

No olvido la vez que me enseñaste a usar palillos chinos, que me cantaste al oído en una tarde de septiembre, cuando me quede dormida sobre tu pecho, y sobre todo… aquel primer beso, el primer beso que me dejo sin palabras ni pensamientos.

No entiendo bien, como es que llegue a amarte y amarnos de esta manera, de sonreírnos por cualquier cosa, y de saber que no existe mejor lugar en esta tierra que tus brazos. Y también lo que tu dices, que no hay mejor cosa para ti, que el olor a fresas de mi cabello… bueno, al menos estamos a mano. Es verdad… No tengo nada más que decir, todo te lo demuestro día a día.

Yo me levante de la silla con dificultades diciendo –chale que cursi- y me fui al baño con pasos titubeantes, hasta que me quede dormido recargado en el lavamanos.

22 agosto 2009

Cuando las mujeres atleticas no son exitantes.

Pocas veces veo a una mujer sin sentir exitacion.

17 agosto 2009

el biaje

-ke vueno es fumar un s1garro kon eztas angustiaaz k ti3n3 1, al no s4b3r lo ke ba a p4s4r m4ñ4n4.

--kualez anguztias as de tener, no kreo ke zean p3ores ke fumar ese s1igarro. M1ra komo c pone el perro kuando abientaz el umo. te ladra tu propio perro… uele la muerte en kada exalada k ases.

- el perro ke zave de la bida, zi io le doi de komer todos loz diaz.

-- i de k te sirbe ir a korrer todoz loz diaz a las 7 de la tarde, zi zigues fumando.

- lo ke paxa ez ke no voi a correr para tener vuena salut, io voi a correr a esa ora porke justo en eze momento estoi dando la 4ta buelta al kampo y ante ese canxanzio, beo el zielo temiendo de la oxcuridad ke se abesina, la lus del zol ce apaga i los arrvoles asen su reberensia para despedirce. las nuves ce ben maz vlankas y sombreadaz enel kampo, i el pazto vaila agitandoce con el biento de un lado a otro tomado d la mano. Ese poko tiempo enel ke me detengo de cancancio, ciento que estoi en otro lugar, ciento ke estubiera en inglaterra, En la india o en brazil, lejos... muy lejos de aki.

- -ke as de xaber komo son esos paizajes en esos paizes, si nunka as estado ai.

-no lo ce, solo lo ciento, por esos doz minutoz 3n los que estoi ex austo, ciento que estoi en otro lugar i la naturalesa me aiuda a biajar y ablo kon otra jente otraz lengas.

-- ke as de saver, si no saves ni tu propia lenga.

-nomas meakabo el sigarro y me voi, andaz mui negatibo el diadeoi.

(Cuantas veces no te ha tocado que te cuenten una historia, pero no lo hicieron bien, la escribieron mal, la contaron con muchas groserías, hubo muchas interrupciones. y pierdes el interés aunque sea la mejor historia que le haya pasado a esta persona)

11 agosto 2009

Ellos estan vivos

Para algunos, es difícil tener amor a la religión. Donde debes de creer en algo que no puedes ver, sentir ni oler. Adorar un ser intangible de quien todos hablan y todas las causas que puede generar la lógica o lo inevitable en el mundo, son causas de él. Haciendo que tu vida sea limitada, reprimenda, o no tan libre como se podría decir.

Bueno, este post no es acerca de la religión ni de dios, si no, de algo que una vez me contaron y lo recuerdo solo de vez en cuando, solo cuando lo necesito.

La historia es sobre un amigo que tuve en la universidad, con el nombre de Tomas. Quien sus madre había migrado ilegalmente a EU después de la muerte de su esposo, esto fue hace diez años, cuando tomas era un niño toda vía, quedándose aquí en Mexicali con sus tíos.

A Tomas siempre lo miraba despreocupado de la vida, nunca hablaba de su familia y hasta hace poco yo pensaba que sus tíos eran sus padres. Todos los recuerdos que me contaba sobre su infancia eran vagos, como si su mente hubiera estado dormida en ese tiempo, como en un domingo por la mañana donde despiertas sin abrir los ojos. Así eran sus recuerdos.

Ya cuando el tenia 20 años, sus tíos recibieron una llamada de parte de sus madre. Que se encontraban en san Francisco, trabajando en un restaurante. Al parecer se iba a casar y estaba embarazada. La verdad no mire que Tomas reflejara algún sentimiento de felicidad, solo una mueca de aceptación, sin llegar a ser de agrado.

A la semana siguiente fui a visitarlo a su casa, estaba enojado, pero no llegando al grado de furia o de rencor, mas bien deprimido por que no podía estar en paz.

Tomas dijo:

-Ya nació mi hermano, Y todos hablan de él, mis tíos irán mañana a visitar a mi madre, pero yo me quedare por que inician las clases, que bueno que tengo ese pretexto, no se como vería a mi madre después de tanto tiempo. Aparte mirar a ese niño que dicen que es mi hermano, me sentiría extraño.

Paso todo el semestre de la universidad y el tema se había olvidado, se desvaneció como si fuera un grito al cielo y el viento se lo hubiera robado.

El día que le pregunte sobre su madre y su hermano, Tomas se enojo, diciendo:

-Ellos están bien, eso creo. Estoy harto de que me platiquen sobre ellos. Cuando mi tía regreso de con mi madre, llego diciendo: hay hubieras visto a tu hermano esta igualito a ti, aunque tiene la nariz mas chata.

Así se la han pasado todo este tiempo hablando de un niño que todos han visto, abrazado y me queda la duda de si existe o no. Van seis meses así, yo no voy a la iglesia y nunca he dado una oración por ese niño que dicen que existe, y si me preguntaran hoy, diría que nunca lo haría, como hacer algo por alguien que no sabes que existe.

Ni si quiera se si mi madre existe toda vía. Pero estas vacaciones sacare el permiso de emigración e iré a visitarla a San Francisco. Mis tíos me están casi obligando a ir, ya que hace tiempo que no veo a mi madre.

Cuando terminaron las vacaciones, Tomas llego a la escuela sin decir ninguna palabra.

Hasta después de un mes me atreví a preguntarle de su viaje y me contesto:

-Cuando llegue a esa casa. Escuche la voz de mi madre, esa voz que siempre escucho por el teléfono. Salió de una puerta que estaba atrás de la cocina, ya no recordaba que tan alta era y su rostro ya no era el mismo a las fotos que tengo.Ella llevaba cargando un bulto en sus manos.

-Mira es tu hermano. Dijo ella, después de darme un beso en la mejilla.

En vez de abrazarme me dio al niño a cargar, yo dije: no, espera no puedo, se me va a caer.

-No se cae, agárralo bien, respondió ella.

En cuanto lo cargue empezó a llorar, a llorar como si desconociera esos brazos toscos que tengo, que solo sirven para cargar cosas pesadas, nunca cosas delicadas.

-Tiene hambre, dijo mi madre. Y tomo al bebe de una forma tan suave que podría apostar mi vida, de que sus brazos se movían con el viento y las nubes eran los pechos que alimentaban a la tierra con su lluvia.

Mis brazos se quedaron quietos, como si toda vía estuviera sosteniendo al bebe, ahí estaban ellos enfrente de mi, esos seres que pensé que no existían, eran mas vivos que yo. Tal vez el que no existía era yo, hasta ese día.

05 agosto 2009

Versiculo 1 de Tapiocadas.

Y Javier miro a tapiocadas, quien estaba sentado en su cubículo de trabajo, como siempre lo hacia. con la computadora mostrando paginas de internet y los audífonos conectados, y tapiocadas estaba sentado con tal regocijo que pareciera que estaba en su casa y no en una fábrica trabajando.

Y los problemas venían a tapiocadas, quien sin dudarlo mandaba a Javier a arreglarlos. Quien Lo escuchaba y lo obedecía ciegamente.

Entonces la razón de Javier de seguir haciendo todo lo que le dijecen, llego al punto de cuestionar su labor. Y dijo:

yo Javier, que siempre he de hacer lo que me piden, sin saber si lo lograre o no, siempre debo de pararme de mi lugar que es tan cómodo, para seguir las ordenes que me hacen esforzarme física y mentalmente. Si tu labor es ayudar a la solución de los problemas que están en esta fabrica, al igual que yo, ¿por que tapiocadas? ¿Por que siempre me mandas a ello?

Y tapiocadas inclino la cabeza y miro a Javier a los ojos y le contesto:

Las madres nos aman y nos quieren, nos dan el pan cuando tenemos hambre y nos dan consejos para ser mejores en la vida. O que alguna vez tu madre nunca te dijo “Estudia para estar sentado dando órdenes a otra gente, sin que te pares de tu lugar…”

Y javier enmudeció y recordó la niñez que vivió en Sonoyta, Sonora. Donde su madre le daba de comer, donde lavaban ajeno para llevarlo a la escuela, donde lo regañaban cuando sacaba malas calificaciones, donde le aconsejaba, donde su madre se quedo llorando el día que Javier partió para no regresar.

Y javier nunca más volvió a hablar.