Víctor terminaba de limpiar el motor del tractor que acababa de arreglar su padre, cuando este le pidio que fuera con su madre para ver si ya estaba la comida. asi fue con tierra en las manos, uñas llenas de aceite y el apestoso estiércol con moscas de las vacas.
Se dirigió corriendo como un perro que acabaran de soltar; aburrido de soñar que estaba nadando en el lago o comiendo nieve de limón con monche.
Cuando llego con su madre, ella estaba agachada sacando el cultivo de cebollas que estaban en temporada. Cuando de pronto ella dice:
- Con estas hago la comida, y tu ve sacando las demás para venderlas.
- Oh no, cebolla otra vez, replico Víctor.
La madre muy enojada por el comentario le respondió.
- Deberías de dar gracias a que somos gente decente y que nos ganamos la comida con nuestro sudor… no como los Escutia.
- ¿Nuestro sudor? Por eso es tan salada la comida?
Cuando la madre de Víctor se perdió a la vista con el canasto de cebollas. Llego Juan Escutia en su caballo.
-Te invito a jugar, sube iremos hasta el otro pueblo con monche y nadaremos en el lago.
- No puedo, vete de aquí. Respondió Víctor agresivamente sin levantar la mirada, sacando cebollas colocandolas en su camiseta simulando un canasto.
Juan Escutia se fue sin decir nada, en dirección al pueblo. Una simple negación no lo iba a detener de realizar sus planes. Cuando Víctor trato de buscar a Juan con la vista, apenas se distinguía al horizonte. Con un dolor en el estomago Víctor grito: -¡Maldito Juan Escutia!, maldigo a todos los Escutia’s.
Cuando termino de sacar todas las cebollas se dirigió a su casa. - “Malditos Escutia… quisiera ser un Escutia”.
4 comentarios:
komo kisiera ser un eskutia
Jajajajjaaj yo tambien quiero ser un Escutia.
Saludotes Tapiocadas!
ESE JUAN ESCUTIA YA TIENE SUS PROPIOS SPINOFF JEJEJ
Me gustan este tipo de relatos, dicen mucho en pocos párrafos.
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