El mundo según, Juan Escutia.

He escuchado muchas cosas de Juan Escutia en esta escuela, pero la verdad me es difícil creerlas todas. Aunque afirmen que después de decir cualquier historia de Juan Escutia, el las hace realidad.

Simplemente Juan Escutia hace las cosas que la gente dice.

La ultima historia que escuche fue que el había desaparecido del salón sin ningún ruido y no se tardo ni un segundo.
Créeme que es difícil siquiera imaginarlo, pero creo que ya hay que poner fin a esto.

Fueron las palabras de la directora Josefina hacia la madre de Juan Escutia, quien estaba parada a un lado de la bandera de tres colores y el buro de los objetos perdidos.

Madre de Juan Escutia:
Como va a creer semejante tontería, que la gente desaparece.
Si yo le he dicho mil veces que haga la tarea y no la hace, o que me ayude a limpiar la casa y no lo hace.
Ahora que la gente diga que desaparezca y el desaparece, es una semejante estupidez que en serio me hace dudar de su capacidad como directora.
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La directora muy enojada toma su libreta de teléfonos y hace una llamada a la maestra de Juan Escutia quien había tomado vacaciones para poder ir al doctor por ataque de nervios.
Cuando por fin contesto la maestra, paso lo siguiente.

Directora:
Hola maestra Mónica habla la directora de la escuela y le llamo sobre el caso de Juan Escutia ya que aquí esta su madre quien no cree ninguna palabra de lo que le estoy diciendo.
Cuando la directora dejo de hablar puso el altavoz sin dar ningún tipo de aviso para que la madre de Juan Escutia pudiera escuchar la historia.

Maestra:
No quiero saber nada de ese alumno, ¡que no se lo he dicho!, y si su madre no cree que desapareció en tan solo un segundo ante mis ojos llevándose a todos los alumnos con el, no es mi problema.

El desaparece ante tus ojos y cuando regresa, aparece con una cabeza de caballo escupiendo fuego y te hace sentir tan miserable que quieres ser devorado en ese segundo para no sentir mas dolor ni vergüenza, pero no lo dices por que de ser así, se hace realidad.
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En ese momento la maestra de Juan Escutia colgó fuertemente el teléfono dejando con gran curiosidad de lo que había pasado ese día en el salón de clases, el día que Juan desapareció.
Cuando la madre termina de hablar con la directora y promete hablar con Juan sobre lo sucedido. Se escuchan los pasos de una joven que salió corriendo al terminar de escuchar tal historia.

Esta joven era Monche, la chica que se sentaba siempre al lado de Juan Escutia en el salón y el día que el había desaparecido con todos, ella había faltado por enfermedad.

Cuando ella estaba en su casa, llego a visitarla Víctor (su enamorado).
Con toda la ansia del mundo, monche le conto la historia a Víctor sobre lo que había escuchado ese día en la dirección, la razón que dio monche para haber estado escuchando tal historia, fue

que ella llevaba la receta del doctor para que la directora le dieran un justificante.

Cuando monche termino de contar la historia a Víctor se sintió en las nubes y empezó a contar todos sus deseos más profundos.

Monche:
¿No es grandioso Juan Escutia? Desapareció, se llevo a todos ese día, enfrente de los ojos de la maestra, nadie lo puede creer.

A veces sueño que Juan Escutia entra por la ventana mojado por estas lluvias de febrero que son tan comunes y me escapo con el. Me subo a su carro Grand marquis y me hace suya sin preguntarme, una y otra vez hasta que desaparecemos y nadie sabe de nosotros.
Hasta aparecer en otro lugar, con otra gente, otros colores y otros sonidos que tomamos prestados.
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Cuando Víctor escucho tal deseo que dijo monche abrazando la almohada. La miro fijamente y poniendo los puños cerrados, dijo:

Víctor:
Si Juan Escutia aparece, lo matare. Le sacare los ojos y me los comeré, para poder ver el mundo que el ve.

Le cortare la cabeza y la arrojare al canal mientras maldigo su nombre.
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Dos semanas después encontraron la cabeza de Juan Escutia en el lago del bosque de la ciudad. Cuando la policía interrogo a Víctor notaron que el no tenia la misma mirada de antes y que sus ojos eran tan claros, como los de Juan Escutia.

2 meses después monche se escapo de su casa, para irse con la madre de Juan Escutia ya que en su casa la querían hacer abortar.

La madre de Juan Escutia la acepto en su casa por que ella sabia que el hijo que esperaba monche era de Juan Escutia.

La gente dice que ella la acepto con los brazos abiertos diciendo: Claro ven a mí, tú traerás la reencarnación de Juan Escutia, tú lo tienes en tu vientre.

Un dia a la vez.

Cuando llegaron Francisco y María. A ese lugar que habían planeado visitar toda la semana, parecía que había una fiesta de campo.


Habían flores amarillas, rojas, verdes y blancas esparcidas en todo el campo. Todas se miraban vibrantes y sonrientes moviéndose al paso del viento que bailaba sobre un sorprendente sol de invierno.


Ahí estaban el abuelo de Francisco, su bisabuelo, su tía Rita y su tía Sandra, pero ellos se dirigieron con la hermana de Maria, Concepción.


Al llegar, María dice:
Mira aun están las flores que yo traje el otra vez, aun limpias y brillantes como el mes pasado que vine y las puse en este florero.


Francisco responde:
Así son todas las flores de plástico.

Que impresionante ver como crece este lugar y como las personas van llegando sin avisar, para quedarse.
Dice francisco sin lograr capturar la atención de Maria.
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Mientras María acomodaba nuevas flores, Francisco empieza a mirar a su alrededor donde había gente sentada alrededor de sus parientes, con sillas de playa y un radio, como si lo disfrutaran.

Al extremo del campo estaba una señora sentada a un lado de su hijo. Ella hablaba por celular mientras su hijo leía un libro en voz alta. Como si hicieran una llamada a alarga distancia.


Cuando María termino de acomodar las flores, puso un mensaje arriba del florero que siempre pone en el mismo lugar:
Hermana, van 2 navidades que ya no estas aquí, pero sigues estando en espíritu y a pesar de ello, te sigo guardando un plato de comida para cuando llegues.

Al terminar de acomodar tal mensaje Francisco y María se ponen de pie y se dirigen a la salida, cuando de pronto una canción se distingue al ritmo del viento.

“Un día a la vez, Dios mío es lo que pido de ti, yo quiero vivir un día a la vez” decía la canción.

María voltea sin tregua ni escala a ver la cara de Francisco a quien le dice sin ningún temor.


Cuando me muera y me entierren aquí, quiero que me canten esa canción. No importa que no me vean que estoy feliz, mientras las profundidades de los recuerdos me consuman. Quiero que me la canten.
O iré a jalarte los pies por las noches. Dice maría con media sonrisa en la cara, sujetándose del antebrazo derecho de su hijo para poder caminar.

Francisco voltea su cara para que su madre no le vea y le responde:
Entonces será esa y la de amor eterno.
Cuando termina de hablar, Suspira y se limpia una basurita que le entro en el ojo izquierdo.

Mi despedida del club de machos que se respetan, ¡Arriba las mujeres!

Hubo una quermes en la escuela a la que voy
A pesar de mi enfermedad de gastritis me comí dos pedazos de pizza, que aunque me hacen daño, salieron otra vez mis dos entes en contra.



Tapiocadas1: Comete la pizza, no seas nena, al cabo si te da acidez sales corriendo a la botica por unos antiacidos.

Tapiocadas2: No mames, sabes que te cae mal y ahí vas, luego vas a ir llorando con el
doctor como el otra vez.

Seguí los pasos que me dice siempre el que quiero escucha y aparte me chinge un vaso con soda.


Al terminar de comer y mirar unos videos en la televisión que era una versión del programa “siempre en domingo” pensé que estar afuera en la puerta de la entrada iba a estar mejor, tomando sol y agua para arrepentirme de mis pecados de acidez.


Ahí estaba pastra guy quien tenia cara de aburrimiento, mientras me preguntaba si quería ir a Calexico.


- Bueno, no tengo nada que hacer en la casa y así aprovecho para comprar lo que les había dicho a mis hermanos que les regalaría. Eso que no ocupan, pero es lo que quieren, Le dije.

En eso llego gaby jugando a meterse y sacarse las manos de la bolsa del saco que traía puesto. Preguntando si teníamos un cigarro

- No tengo, dice pastra guy, mientras chocaba las manos contra sus bolcillos para afirmar sus palabras.


Empezamos a platicar y una cosa llego a la otra hasta que ella empezó a hablar de su ex novio.

No manches es como cuando mi ex me regalo un oso de peluche con las manos rezando. Un oso de peluche es la cosa mas inservible que se puede regalar, claro que cuando me lo regalo dije con voz de chamaca de secundaria, “Hay que bonito, gracias. Lo pondré en mi cuarto para acordarme de rezar por las noches, mientras pienso en ti” (bueno en realidad no lo dijo así), mejor me hubiera regalado un juego de Nintendo o una película, algo que en realidad disfrute.
Y aunque era muy persinado, tenia la ideología de que la mujer debe de estar en la cocina con el montón de chamacos que dios mande.

No, así no debe de ser ¡ni al acaso!, tener dos o tres ¿para que tener más? Ni les pones atención cuando son tantos.

Además yo tengo metas en la vida y las quiero realizar antes de tener hijos.
Y los hombres por tanto dinero que ganan así tienen chamacos, se divorcian y se vuelven a casar y a tener más hijos. Así pasa, tengo amigos que son doctores y ya rápido embarazan a las novias;

Gaby juro tal enigma volteando al cielo como si su hermana hubiera pasado por eso.

Cuando paro de hablar, pastra guy tomo la palabra y no le puse atención, como siempre dice que hago.


Me acorde de mi abuelo que decía que las mujeres no tienen que trabajar por que el hombre debe de ser hombre y llevar el dinero a la casa, deben de aguantar que el marido llegue tarde de la fiesta y sin contar la violencia y los engaños.

Cuando termine de recopilar tal historia, estaba totalmente desconectado de la conversación que tenían. Hasta había una señora que no se de donde salió, que estaba hablando de su experiencia cuando hizo un examen en Los Ángeles para certificarse en el idioma de japonés. Me volteo a ver con ojos picarones de "invitame una soda e ir al cine"; Pero no lo capte hasta una hora despues cuando ya estaba muy aburrido para seguir escuchandola.

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En realidad para mí, ser macho que se respeta es:


-Tener el carro limpio por fuera, sucio por dentro.
-Olerse las axilas antes de meterse a bañar y despues de despertar.
-Comer pizza y soda mientras vez el súper tazón.
-Decirle “NO” a todas esas películas ñoñas
-Peinarse con los dedos
-Decir que los domingos por la mañana no estas disponible.
-Decir siempre que te gustan buenos grupos de musica
-Cambiarse de calzones tres veces por semana.
-Preferir perderte que preguntar por direcciones.
-Rasurarse 1 vez por semana



Bueno en realidad es solo una fachada.

Déjalo Correr, déjalo correr.

Mi tía concepción dice que nací morado, por que me estaba asfixiando y que un mes después, cuando mi madre me dejo en la cama mientras se metía a bañar.

Ahí entro èl, sin hacer ruido se acerco a mi y le agrado mi olor de niño recien nacido.
Le parecí sabroso y suculento, más que los patos y gallinas que acostumbraba comer.

Llego mi tía concepción y lo espanto dando su nombre, pero...

El sabe mi nombre, yo se lo dije pero no se cuando, no se cuando…
Pero viene, no se cuando pero viene.

De eso me acorde la noche pasada cuando me dormí con los audífonos puestos y desperté con ellos enredados en mi cuello. Apretando pero sin ahorcar.

A los 15, cuando choco mi cabeza contra ese pick up blanco marca Nissan a una diferencia de velocidad abismal, sentí una sensación muy desagradable. Sabia que venia, pero no lo quise creer.
Cerré los ojos como si me aferrara a no ver nada y desperté.
La gente me miraba con gran asombro por seguir ahí, mientras yo solo me miraba en el espejo retrovisor, limpiándome la sangre con la manga del suéter.
Dicen que mi tío Javier dio su nombre para alejarlo de mi.

El sabe mi nombre, yo se lo dije pero no se cuando, no se cuando…
Pero viene, no se cuando, pero viene.

Hace 5 años me avente de las escaleras del segundo piso en la universidad, brinque por que sabía que estaba detrás de mí, levantando su blanca mano izquierda para tomar mi hombro.
Cuando caí no podía pararme.
Cuando me recupere ahí estaba mi amigo Jesús, quien dio su nombre para sacarme de ahí, mientras me levantaba me decía: no puedes nadar un río tan profundo, así como no puedes brincar una montaña muy alta... sin planearlo.

El sabe mi nombre, yo se lo dije pero no se cuando, no se cuando…
Pero viene, no se cuando pero viene.

Hoy de regreso a casa, lo estaba esperando.
Yo estaba listo con un cigarro en el bolsillo derecho y mis audífonos en el cuello.
Aunque me quede dormido, el escucha hasta ese sonido.

El sabe mi nombre, yo se lo dije pero no se cuando, no se cuando…
Pero viene, no se cuando pero viene.

De eso me acorde la noche pasada cuando me dormí con los audífonos puestos y desperté con ellos enredados en mi cuello. Apretando pero sin ahorcar.

Rosa Sometimes

Rosa había soñado con la Tigresa y Verónica castro, ellas le decían que quemara la casa.

Me di cuenta de un olor desagradable dentro de la casa. Cuando la encontré, Rosa estaba quemando la Biblia en el cuarto del rincón, donde no había nada más que una alfombra café, paredes tapizadas con mujeres bailando ballet y una cabecera de cama que guardaba una peluca de color castaño.

Tu también has sido Rosa una vez, yo también he sido rosa alguna vez.

Rosa se despierta todos los días a las 3 de la mañana para bañarse con agua fría en pleno mes de Diciembre. Se lava los dientes tan fuertes que a veces despierta a la gente o a veces talla hasta sangrar y se acerca para despertarte con un beso.

Tu también has sido Rosa una vez, yo también he sido rosa alguna vez.

Rosa sale corriendo desnuda por la calle gritando que su madre la quiere matar, que su padre la quiere matar. La televisión se lo dijo.

Tu también has sido Rosa una vez, yo también he sido rosa alguna vez.

Rosa me sonríe y me mira con su único ojo izquierdo, mientras yo me pierdo en su lado derecho que siempre me ha aterrorizado. Ella me toca el cabello y me dice lo bello que soy, mientras agacho la mirada y veo como sus manos juegan con su ojo de vidrio.

Tu también has sido Rosa una vez, yo también he sido rosa alguna vez.

Ella baila en fuego mientras la devoran las arañas y el viento se lleva las sobras.

La as escuchado reír y la as escuchado llorar.

La as visto reír y la as visto en fotografías.

La as sentido reír y la as sentido detrás de ti.

La as recordado y as dicho…

Tu también has sido Rosa una vez, yo también he sido rosa alguna vez.

¡VIVA Vicente!, Soldado atropellado.

Ayer fui a llevarle la escalera a don pepe, el que vive atrás de la tienda “Ley” de la calle once.

Mientras estaba tocando la reja salio chente, gritándome:

- ¡que quieres!

yo pense, ni en mi casa me gritan asi y solo le conteste...

- Vengo a ver a don pepe, le traigo su escalera. Le dije amablemente.

- a si, tu eres tapiocadas, perdón no te reconocí. Pues grítale mas fuerte por que creo que esta dormido y luego si le toco la puerta a veces se enoja. Me contesto chente

Mientras le seguía gritando a don pepe, platicaba con chente para matar el tiempo.

- y tu que onda, ¿como as estado?. pregunte

-Pues más o menos, a veces me quiero ir de aquí. Es que a uno lo tratan peor que un animal. (Me decía mientras se prevenia de que don pepe no lo fuera a escuchar).

Cuando me dijo eso me sorprendió, y encendió mi intriga por saber lo que había pasado.

- bueno al parecer va a tardar don pepe en salir así que, por que no me cuentas, le dije.

- Bueno pero no le digas a don pepe que te dije esto.

Ayer estaba jugando con el Mario, el hijo de don pepe. El me aventaba la pelota y yo se la regresaba, estábamos en el patio de atrás.

Cuando el niño se aburrió, se dirigió al único pedazo de tierra con lodo que había en el patio.

No se cuantas veces le grite:

- ¡NO, NO TE ACERQUES AHI TE VAS A ENSUCIAR!, Pero no me escucho.

Hasta que se embarro todo de lodo y no bastando con eso, también me aventó pedazos de lodo, ensuciándome el suéter cafe que me pongo. Chingado y es el único que tengo.

Debo admitir que se miraba chistoso con su ropa nueva llena de lodo, ese pans rojo que le compro doña mary en Garlans, la semana pasada.

Cuando el niño me aventó por sorpresa tierra a los ojos, salí corriendo mientras me reía y sin querer, choque con la ropa que acababan de lavar y estaba tendida.

Justo en ese momento sale la doña y claro me mira que le ensucie la ropa.

Me puso una regañada de esas que no se olvidan, pero claro al niño no le dijo nada.

Ya me estoy hartando de esos tratos especiales que le dan a el.

Yo creo que un día de estos me vengo fugando de la casa y haber si se encuentran a otro que les ayude a limpiar y a cuidar la casa y a sus hijos como yo lo hago.

Me fui a acostar a mi cama y en ese momento llego don pepe.

Cuando me le acerco a saludarlo me dice, ¡no cabron! hazte para allá; ni me toques que me ensucias.

Y para acabarla me dejaron sin cenar. En la noche le trate de hablar a doña mary, tocándole la puerta y sale gritando:

- ¡Que quieres!

- Pues comer, le respondí.

Pero nunca entienden lo que uno les dice.

Y luego dicen que yo soy el pendejo.

Cuando chente me contó la historia, no me quedo más que decirle: pues ni modo así es la vida. mientras levante los hombros en gesto de conformismo.

En ese momento sale don pepe con una camiseta de tirantes y unos shorts que parecían boxers, tratando de esforzar la mirada para reconocerme.

- soy yo, le traigo la escalera!! Le grite para que me reconociera (ya se que es estupido decir “soy yo” para que reconozcan a uno, pero eso grite)

A ok tapiocadas, deja te abro la puerta para que la pongas ahí aun lado de la ventana.

Cuando don pepe abrió la reja de la casa se escucha un ruido de un carro que iba a muy alta velocidad. En eso chente se asusta y empuja a don pepe para salir de la casa y ver que era lo que había pasado.

Don pepe grita:

- Chente, a donde chingados vas cabron.

Cuando deje la escalera a un lado de la ventana le dije a don pepe, no se preocupe yo voy a ver que paso.

En eso veo a chente olfateando algo que estaba en la calle justo en el semaforo que divide la Av. sonora y la calle 10, en el asadero Dany.

- chente, que chingados haces cabron?

Agarre a chente del collar y al parecer habían atropellado a un soldado desde 100 metros atrás, estaba barriendo la calle del cuartel y la persona que iba manejando no se quería detener.

Lo llevaba enganchado en la parte de abajo del carro y la única forma de que el cuerpo se fuera a salir de ahí, era desbaratándose.

Al parecer chente olfateaba un pie que soltó el carro marca “honda” del agresor.

Del otro lado de la calle estaban los brazos y rasgos del traje verde. Al parecer la cabeza estaba a una cuadra de distancia, pero no lo quise averiguar.

Cuando lleve a chente a la casa de don pepe, lo recibieron con una patada mientras le gritaban:

- Pinchi perro ya te dije que no te salgas, pero no entiendes.

Mientras chente le gritaba:

- Ya le dije que me saquen a pasear de vez en cuando, pero ustedes no entienden.

dias despues escuche que el conductor del auto era un menor de edad, lo atraparon tratando de cruzar la linea divisoria de Mexico-EUA. pero eso solo lo escuche por ahi.