- “Lo extraño mucho, recuerdo cuando íbamos a comprar pizza al Little Ceaser y de ahí por un café del starbucks” (dijo con esa voz tan peculiar que tiene de niña chiquiada)
Ella se puso roja de los celos y empezaba a hacer pucheros cada vez que mecionaba el nombre de Marie Jiménez y aplaudía y se reía excesivamente cada vez que mencionaba algo malo de Marie Jiménez.
Dile que ya viene el 5 de Agosto, el sabrá a que me refiero.
Dos días después fui a ver a Juan en la tienda en la que trabaja.
El estaba en la parte de atrás metiendo unas cajas, por lo que se pudo escapar y regalarme unos minutos.
-Hola Juan como has estado, ya ni te acuerdas de los compas. (le dije, levantando la mano)
El encendió un cigarro y me ofreció uno.
-tú, que casi no cruzas para estos lados (Me respondio).
Le pregunte que si aun seguía visitando a su tía que vive cerca de mi casa y sobre la fuerza de voluntad que debe de tener para trabajar, soportando tanto calor.
-ha, si creo que si me acuerdo de ella.
Juan Fregozo se metió el dedo meñique al oído para limpiarse la cerilla y puso cara de que iba a contar un chiste.
Juan:
Pues creo que la regué con ella.
La pensé mucho y la invite a salir, llegue a su casa con un ramo de flores en una mano y una docena de tacos en la otra.
Nunca había visto una imagen de una mujer tan sexy en mi vida.
Las flores se las di a su madre y los tacos a su padre, le di un dólar a su hermano menor y la invite a salir.
Ella me dijo que le cuidara el niño mientras se cambiaba.
Fue algo raro, cuando lo cargue lo hice tan suave, firme y torpemente, Que sentía que se me iba a caer.
Nos quedamos viendo fijamente hasta que me eche a reír, cuando metió su mano en mi boca.
Juan dejo de hablar cuando su supervisor le hablo para que lo siguiera ayudando.
-y que paso con la historia? (pregunte)
-Luego te cuento, luego te cuento. Primero la chamba.
(Ahí me dejo con la curiosidad de saber que había pasado y también con las ganas de preguntarle que se refería caty con la fecha de 5 de agosto).
Al ir al carro me encontré a Marie Jiménez caminando hacia la calle.
-Marie! ¿Te llevo?
-No gracias, voy aquí a comprar una hamburguesa.
Como yo no tenia dinero preferí por despedirme mostrando los 5 dedos de mi mano, hasta que ella me dijo:
-me acompañas?
Había solo dos cuadras de distancia para las hamburguesas, asi que decidimos ir caminando.
Hasta que ella me pregunto.
-no has visto a Juan?
-Si, lo acabo de ver, estaba sacando unas cajas.
Me contó que salieron juntos, pero no me dijo a donde.
(Creo que no debí de haber preguntado eso…)
Marie:
Si, el me invito a salir y me dijo que quería beber cerveza, que hace mucho (2 semanas) que no lo hacia.
Yo le dije que si, el sabia que yo no tomaba. Así que llegamos y el pidió su cerveza y yo mi vaso de soda.
Hasta que pidió otra y me pregunto “Quieres otra soda o unas papitas?”
Ahí voy de estupida y le digo que quería una cerveza. Hasta que no se cuantas me tome con el.
Al final me iba a llevar a mi casa y me pregunta: “Quieres ir a algún lado o te llevo a tu casa?”
Y ahí voy de estupida diciéndole, llévame a donde tú quieras.
Al principio paso por un lugar donde venden comida, así que reafirmo la pregunta: “a donde quieres ir?”
A donde quieras, le dije.
El cambio el camino y se dirigió al motel 8.
Me pregunto: ¿Estas segura que a donde yo quiera?…
A donde quieras le conteste.
(Este cabron… con razón dijo que la había regado…)
- ¿Y eso cuando fue?
- Ayer, pero es que no quiero que piense mal de mi por lo que paso, y es que pues a el no...
(dijo Marie, levantando el dedo meñique de su mano derecha)