Pedro tiene una esposa que trabajaba en la
misma empresa que el labora. Y esta empresa es tan grande que tuvieron que
crear otra bodega para aumentar la capacidad de producción uniéndolas con un
puente que cruza un periférico, dejando a ellos en instalaciones diferentes.
Las fantasías sexuales siempre van
a venir en su mayoría por parte del hombre, no se sabe a ciencia exacta si es
porque es más morboso o tiene más imaginación, pero si le preguntas a una mujer
¿que se te antoja como fantasía sexual? dirá: “Ay no se… ¿que se te antoja a
ti?” o también cuando tienes hambre le podrás preguntar ¿que se te antoja de
comer? “Ayyy no se… ¿que se te antoja a ti?” responderán.
Podrás sugerir cosas las cuales ellas
rápidamente las
rechazaran con un “¡Ah eso no!” en un tono seguro y repulsivo que
no abra duda para preguntar “¿Segura?”.
Esto lleva a que ellas ya tienen algo en mente o por lo menos en su
subconsciente de lo que desean, pero no lo van a decir. Quieren que tú lo
digas, que lo descifres, quieren que les leas la mente. Aunque a veces te
quieren traer como tonto y no quieren nada, pero para no desilusionarte por que
no quieren nada te dan alas diciendo “Ay nooo, eso no, mejor otra cosa” hasta
que te hacen enojar. Pero hay veces, algunas veces... algo milagroso pasa y es
que las hallas a modo, quieren cooperar, se les antoja todo y pareciera que les
leíste la mente. Te sientes el hombre más chingon del mundo. Gritas al cielo:
“Almas gemelas a la pergaaaa”. No se sabe cuanto tiempo durara este acierto o
coincidencia que algunos pueden llamar suerte, química, amor o ganas de no
chingar.
Así fue como a Pedro se le ocurrió tener
sexo en el puente una noche antes de que su esposa renunciara, la convenció y
lo realizaron. El puente no tiene vista a los carros que pasan por debajo, pero
si al cielo donde en la noche vieron las estrellas. Sabrá dios si primero
hicieron un 69 para aceitar la maquinaria y luego enchufaron el arbolito de Navidad o si fue solo un rapidin, pero quien si lo sabe fueron los guardias de
seguridad que vieron todo por las cámaras de seguridad que estaban instaladas, quienes
en cuanto se bajaron del puente los estaban esperando con una risa en la cara.
Ella dijo: Pues ya que, yo ya iba a
renunciar. A Pedro creo que no lo pudieron correr por haber estado en su
tiempo libre, pero renuncio a la semana siguiente a causa de la carrilla que le
dieron.
Para mí son héroes, héroes del matrimonio
que rompen la monotonía, hacen crecer la pasión y arriesgarse, en este caso les
fallo y fueron sorprendidos. Pero la experiencia y el sentido de satisfacción siempre
lo tendrán.