03 noviembre 2016

¿Te has afeitado las bolas?. Mi historia de una vasectomía.

Si me las afeite, para la vasectomía que me realizaron y me atreví a hacerlo en el seguro social (IMSS) la cual es sin bisturí o sea que con los dientes. Por eso te tienes que afeitar las bolas. Y la realice en el seguro social porque es gratis y varias personas que conozco la han realizado ahí y afirman que realizan un buen trabajo, además de que si la haces en un particular puede llegar a costar hasta 20 mil pesos.

Todos los hombres llegan con cara de pánico y las mujeres acompañantes llegan con cara burlona: “¿Que me van a decir del dolor? si ya he parido chamacos” dicen ellas.

Los hombres entran al quirófano el cual es un consultorio disfrazado y en cuanto entras hay tres doctores y una enfermera. Mientras te saludan y te explican cómo va a ser la intervención te piden que te desnudes y te pongas un calzoncillo para la protección de las bolas la cual parece una concha que cubre los genitales y deja tus nalgas al descubierto. Así tuve que bajarme los pantalones mientras me explicaban cuál era el procedimiento y cuanto tardaríamos. Ya después de 3 minutos eternos la enfermera se apiado de mí y me puso una cortina para mi intimidad.

El dolor viene cuando te inyectan la anestesia en los huevos y recalco en LOS huevos porque te inyectan en cada uno de ellos. Sintiendo como la aguja penetra la capa de piel testicular dejando entrar el líquido que puede llegar a arder ahí en lo más sagrado de un hombre.

Juegan con tus bolas como si prepararan carne molida para hamburguesa y esto según para separar la línea testicular la cual van a recortar. Pero más bien parece un juego de desestres donde las manos del doctor se mueven de forma circular y dividida, realizando jalones y pellizcos los cuales no son nada eróticos ni salvajes, más bien desagradables. Mientras lo escuchas hablar de temas desinteresados para el paciente como política, vacaciones y trabajo con sus otros amigos doctores.

Cuando te cortan para realizar la intervención, sientes que te cortan la piel testicular, pero con la anestesia sientes que cortaran ropa que trajeras puesta y la escuchas como se corta y se abre.

-         - Ahí va un pequeño faul-ecito. (Dice el doctor antes de abrirte)
n  Ahhhuuuu (Dice el paciente)
-          -Bueno, un faul-ezote. (Rectifica el doctor.)

Como yo había sido el ultimo paciente, además de que me toco el número 13 de la lista. Exclame “Doctores soy el ultimo paciente, tómense todo el tiempo que quieran. No hay prisa... aún es temprano. Esto debe ser como los chefs, que desde el primer platillo hasta el último deben de entregarse bien servidos y con calidad”.

Ni me pelaron, siguieron en su rollo. Al perecer es su forma de concentrarse. Hasta que terminaron la intervención repitieron las palabras que dije. Afirmando que habían realizado un buen trabajo. Enseñándome los conductos que habían cortado.

-         - Te los quieres llevar de recuerdo? (dice el doctor)
o   Para que fregados? Para asustar a mi cuñado?(Dije)
-          -Ahh no sé, algunos les gusta llevárselos de recuerdo.. (Asegura el doctor)



Al final te dan una cajita de paracetamol y otra de Naproxeno, una nalgada beisbolera, 3 hasta 5 días de incapacidad y caminas como bajado de un caballo con las piernas abiertas de forma arqueada. El resto del día me la pase acostado con una bolsa de hielos en los huevos inchados mientras miraba Netflix o jugaba HearthStone.



2 comentarios:

edy_balardy dijo...

buena historia tapiocadas

Pacock dijo...

Ouch