Humberto and the Ashley no jutsu of 18 whores

El sábado fui a una fiesta, ya que me habían dicho que iría un amigo que no miraba desde hace ya mucho tiempo.

“El Humberto” es su nombre, quien iba con migo en la preparatoria. Que desde entonces le apodábamos “el kisifur” por su tono de voz tan chistosa. El Humberto, quien se la pasaba sentado sin hacer nada y no le interesaba ser muy sociable, solo hablaba de video juegos o programas de televisión, mientras siempre estaba comiendo.

Cuando entramos en la universidad, el entro a la carrera de Ing. en computación y yo en Ing. Civil. Al terminar el primer semestre, yo reprobé física y el reprobó matemáticas.

Yo trate de encontrar una carrera que no llevara física, estaba harto de aprender formulas, despejaras, escuchar de velocidad y aceleración. Así que busque una carrera que no tuviera nada que ver con esta materia.

Cuando encontré esta carrera, me encontré a Humberto, quien me dijo que se saldría de Ing. en computación, para entrar a una más fácil.

Casualmente era la misma que yo había escogido, pero al siguiente semestre… él no se inscribió, desapareció, se fue como las modas de control machete y las chanclas de xuxa.

Así, el sábado apareció en la fiesta.

En cuanto lo vi, me acerque a el y lo abrace como si hubiera sobrevivido a una guerra, como si lo hubieran dado por muerto y hubieran usado su cuerpo para un rito de santería.

Llevaba unos lentes de pasta gruesa, de esos que usan los intelectuales. Se miraba muy delgado y hasta se miraba mas joven de cuando iba en la preparatoria, y no se miraba fuerte, pero si más feliz… así que le pregunte:

-¿Pero donde chingados has estado?

-Estaba en ensenada. (Respondió)

-¿Estudiando? (Pregunte)

-No

-¿Entonces con tus papas de vacaciones? (Volví a preguntar)

-No (respondió otra vez)

Entonces me senté y tome un bote de tecate light, por que la roja es para cuando fumo o cuando no hay más. Pero esta vez solo light, para escuchar conversaciones.

Humberto dijo:

Al terminar el primer semestre de computación, me sentí defraudado con migo, Yo que nunca había reprobado una materia en toda mi vida… sacando ceros en exámenes, haciéndole la barba al maestro de la universidad.

No… eso no es para mí.

Así que busque una carrera que estudiar, que casualmente era la que tu tapiocadas, habías escogido también.

Pero al día siguiente mire en internet que en la UABC de ensenada tenían la misma carrera, así que lo comente a mis padres y me fui.

Rente un departamento y trabajaba en una farmacia en las noches para poder pagarlo, compre muebles usados y empecé a estudiar. Me fui, así de la nada y sin nada, como que quería espacio para pensar lo que quería hacer de mi vida.

El primer semestre estuvo fácil, pero el segundo no tanto. Así que tuve que dejar de trabajar, para poder sacar el semestre adelante. A veces no tenía dinero para comer, así que comía bolillo con agua.

Estuvo culero, no lo niego.

Después de terminar el segundo semestre siguieron las vacaciones de verano y volví a agarrar un trabajo. En las mañanas era en un mercado y en las noches en un table dance de mesero.

Al parecer yo era el raro ahí, ya que no les hablaba a las bailarinas, por vergüenza. Y una que otra vez las miraba bailando y otras veces tenía que pasar a su camerino a limpiar cuando estaban todas desnudas.

Había veces que cuando me hablaban me ponía todo rojo. Me cohibía, sentía que quería hablarle, sentía ganas de besarlas y lamerme todo el cuerpo en ese momento. Pero no podía, solo se me salía una sonrisa nerviosa y le contestaba “Si” y “No” a todas sus preguntas.

Pero yo no era así afuera de ese lugar, en la escuela les hablaba a todas las mujeres de mi salon, las saludaba y hasta las abrazaba de cariño. Pero aquí no podía. La psicología de un hombre de platicar con una mujer desnuda, con un cuerpo hermoso, tan perfecto y con una fragancia tan agradable, hacia que se me bloqueara el cerebro y me transformara en cavernícola.

Hubo un trabajo de tiempo extra en el table dance, donde ocupaban a alguien que se quedara a limpiar a las 4 de la mañana.

Yo acepte y mientras limpiaba todo el lugar ,a veces hablaba con las bailarinas que se quedaban hasta noche para satisfacer a un cliente. Ahí me miraban limpiando y me sacaban plática mientras llegaba el taxy por ellas.

La primera con la que platique fue Ashle, era de cabello rojo con el pelo ondulado, de piernas largas, blanca como la leche, los mejores pezones que he visto en mi vida y unos ojos negros que me hacían dejar todo por estar con ella.

Así poco a poco se me fue quitando esta rara sensación de hablar con las bailarinas, y así hablarles de su vida cotidiana, según Ashle, a una bailarina o a una puta, le encanta que le hablen como si fuera una mujer normal, común y corriente, aunque este desnuda la mayor parte del tiempo, que la estén tratando de manosear a cada rato, y fingieran que tuviera dignidad. Así me empecé a hacer amiga de ella y a perder la razón con las bailarinas o “putas” como le decía Ashle con otros secretos que me dijo.

Ya en las noches las miraba desnudas, pero ya les hablaba bien. Al parecer les empecé a simpatizar.

Y así no se como explicarlo, me fui cogiendo a cada una, en las madrugadas que tenia que limpiar el local. Al parecer se quedaban con ganas y se desquitaban con migo. Aunque también debo de admitir, que con la minoría tuve que pagar.

Al principio me daba miedo eso del sida, pero ya como a la 4ta vez, solo pensaba “si me voy a morir, que sea cogiendo cariño”.

Los siguientes 2 semestres de la universidad los reprobé; el sudor, el olor a culo perfumado y las tetas operadas eran una adicción, y me quede ahí por un año trabajando por sexo, por que la mayoría que ganaba me lo gastaba ahí mismo.

Hasta que mi madre me llamo de Mexicali y me dijo que mi padre había muerto.

Regrese el día del funeral y no volví a ensenada.

Aunque mi pene casi me convence. Todo el siguiente mes estuve con erecciones a todas horas, era como si hubiera tomado viagra todos los dias.

Me puse a buscar en internet que carreras tenia la UABC y mire la carrera de filosofía en Tijuana, siempre me ha gustado esa carrera, creo que me iré el siguiente semestre a estudiar.

Yo estaba con una envidia termostática al principio de la conversación, y eso que según yo le iba a presumir de un encuentro casual que tuve, pero sonaría patético ante el paquete de 18 mujeres con las que el se enfrento, sonaría como señalar una gota en la tormenta.

En eso llego el Eddy y le dije:

-El Humberto va a estudiar filosofía en Tijuana.

(A lo que el Eddy respondió.)

-¿Filosofía? A ver Humberto… que significa filosofía.

Humberto no sabía el significado de esta palabra, tenia la mente en blanco, como si se hubiera dado cuenta de que su madre no era virgen y era por su culpa.

-hay guey, no me acuerdo. (Dijo, Humberto)

El Eddy en su papel de borracho hostigoso le pregunto otra cosa.

-Bueno, yo no se mucho de esa carrera, pero me imagino que es de leer un chingo. ¿Qué libros has leído?

Humberto agitaba la cabeza tratando de nombrar lo primero que se le mostrara en el camino. Yo creo que si Humberto hubiera estado sentado en una mesa roja el hubiera dicho:

*”Leí el libro “la mesa roja” de un italiano muy famoso”.

Así como supongo que si el hubiera visto una pared de ladrillo, el hubiera dicho.

*El libro de “la casa de ladrillo” de ese guatemalteco muy famoso también… deja me acuerdo y ahorita les cuento.

Pero no, Humberto se quedo callado y menciono libros que si existen pero no sonaba muy convincente en que si en verdad los hubiera leído, yo creo que miro la película.

-leí el del perfume, el de los miserables, la biblia… si leo pa que me preguntas eso.

Al final sentí que yo estaba en la película de Forest Gump y le preguntaba:

¿Por qué corres? ¿Por la paz mundial?

Mientras Forest me respondía: Solo tenia ganas de correr.

Así me sentí preguntándole: ¿por que estudias filosofía?

Mientras el me respondía: solo tenia ganas de estudiar.

Pero no importa, si Humberto se hace un examen de sida y resulta que no tiene, entonces es mi héroe del mes.