Y si toda la gente que compartió un momento contigo, fue para
enseñarte algo?
Se reparte lo bueno y lo malo y se alejan cuando la lección se ha dado.
Se reparte lo bueno y lo malo y se alejan cuando la lección se ha dado.
Pasa el tiempo y a veces me dan ganas de volver a hablar con esa gente... pero el pinche orgullo no nos deja; ¿Se puede volver a mediar?
“Vives con el huevo amarrado!”
“ahí vas otra vez!”
Los minimos y fugaces recuerdos que te hicieron sentir feliz, hacen dejar en segundo plano lo que los alejó.
Pero la vida que formaste y los caminos que enlazaste, vuelven insignificante y sobria la realidad de que se vuelvan a unir.
Ahhhh sí. Y el pinche orgullo... no nos deja.
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