17 octubre 2010

Tapiocadas Jones, en busca de la chabela perdida.

La chabela, una de mis bebidas favoritas, sea con cerveza o sin ella. Desde hace tiempo he dedicado algunos fines de semana en buscarla. No, “buscar” es una verbo que se queda corto con lo que es encontrar. Ya que muchas veces buscas y no encuentras.

Aunque a pesar de esto, ya hay algunos lugares favoritos que tengo para pedir chabelas, no me quedan las ansias llenas, tal vez no hay por que buscar más, si ya hay buenos lugares en los que puedes ir a encontrarlas. Yo creo que es como la pornografía, de que chingados sirve tener una película porno con una protagonista que se la cogen 5 veces de manera colosal, si ya la viste 30 veces. Siempre vas en busca de más pornografía, ya sea sobre esa actriz, que en este caso se llama chabela. Quieres encontrar otras formas de prepararla, asombrarte de sabores, de innovación.

Mis lugares favoritos es el Pocket, que aunque es un lugar dedicado para el billar, yo siempre me dirijo a la barra y pido un litro de clamato, que combinado con otro litro de cerveza Indio, hacen una pareja, como el recreo y las tortas frías con chicharrón, mejor dicho: como una foto en vacaciones en la playa. Sin duda nunca ha habido decepción, a lo que me hace pensar ¿por que voy a otros lugares a buscar lo mismo? Pero a pesar de todo lo que dije, este lugar no es el mejor lugar para beber una chabela.

Sin comparación hasta hoy es El nido del jabalí. Ese pinche lugar pedorro que a veces no abren y siempre esta vacio y parece lugar clandestino donde solo se juntan los compas del dueño. Desde que probé la chabela normal, me salió bigote. Y me la tome toda, a pesar de la gastritis y el colesterol que tenía en ese entonces. Al olerla supe que era para algo grande, que no pensé encontrar en ese lugar, las enfermedades pueden esperar, al cabo siempre están ahí. Pero, ¿por que buscar otros lugares que traten de derrotar a este local? Por que estoy en busca de otra que me haga adorarla y recomendarla. Sin duda #1. Para mi.

Hace ya varios meses fui al bar Hollywood, y fueron los peores miados con el nombre de “chabela” que he probado. Prefiero beber el agua servida en del mofle de mi carro, que volver a probarla. No mejor dicho, que volver a ir. Donde lo único que me gusto fue la tecate roja en botella de ½. Ha si… pero esa hay en todos lados.

Muy pocas veces comento que estoy en busca de la mejor chabela de Mexicali, por que la mayoría de las veces me llevo decepciones con los comentarios que me da la gente. Pero yo creo que ningún vomito de perro con riñón integrado, semejara la servida en el casino de Mexicali.

Cuando llegue a ese lugar, y mire carros de agencia, Mustang’s con el nuevo modelo y hasta un camaro salido de la película de Transformers, debo de admitir que me sentí intimidado. Y mi primer comentario fue “va a ser costosa” debido a tal impresión. Me dio gusto advertirle al mesero que por cierto se llamaba Alex, que estaba en busca de la mejor chabela de Mexicali y que me habían recomendado ese lugar, a pesar de mis incredulidad.

El mesero me prometió algo bueno y se fue por unos 10 minutos, mientras yo me quede viendo el ambiente que había. (Nótese que no he comentado del ambiente de los demás lugares, por que no es importante para el sabor de la chabela) era todo de glamur, algo excitante. Señores viejos con mujeres jóvenes. Señores viejos con señoras viejas pero sabrosas. Con vino la mayoría o bebidas servidas en esos vasos que uno tienen guardado en su casa y nunca los saca, porque no encuentra la ocasión. Esto hacia la imitación de un buen Trailer de película, que al final… fue una película cabaretera de albañiles con la Pelangocha como protagonista junto con el Caballo Rojas.

Cuando mire el vaso de fon, pensé que era una gran broma y en la orilla del vaso habían granos de sal tan grandes que pareciera que ahí la hubieran molido de una piedra.

Claro que me queje con el mesero y me dijo que él no tenía la culpa (Pero claro que no tenía la culpa y yo ya lo sabía). Pero eso a quien chingados le importa, yo se lo dije a él, para que fuera a decirles a los que me sirvieron esa chabela, la cual me termine toda para sacrificarme y decir que si la probé hasta el final, y decir: que lo más rico no estaba en el fondo del vaso. El mesero me mando mucho a la pisca de lechuga, pero pobre, en realidad no tenía la culpa.

Otro lugar donde me decepciono fue el bar Monaco. Y a pesar de que es un lugar raspa que no es famoso por esta bebida, me aventure. Al parecer había un grupo punk o ska, o uno de esos nuevos géneros de los cuales no sé el nombre porque ya me quede rezagado. Pero hubo algo que saque de provecho en ese lugar. Y fue la bar tender. Nop, esta no es una historia de amor donde tapiocaditas declara su amorío a una total desconocida, y lamentablemente tampoco es una historia marrana que termina en un motel. Solo me impresiono la bar tender, con una poca charla que tuvimos.

La cual fue: Me das una chabela por favor. Pero no estoy seguro, por que no se si la preparen bien aquí. Ella levanto la mejilla derecha (como si fuera hija de Vicente Fernández y le hubiera dicho “te sabes alguna canción ranchera?”). A lo que comento, claro que si están buenas en este lugar. Si yo soy la que las prepara.

Ahí guey, me había topado con una Maria Felix, bueno esa impresión me dio, y esa impresión me la guarde hasta no probar esa chabela. Por mientras escuchaba los berridos del grupo ese que atraía a mas gente vestida como ellos y parecía una competencia donde el que tuviera mas feria y se vistiera de pordiosero, ganaría un premio.

Y si, sucedió lo que me había temido desde un principio, la bar tender… era una niña cagona más que no sabía preparar chabelas. Pero ella me dio la clave de mi búsqueda, la chabela perfecta no está en un lugar, no está la receta perfecta, lo que debo de encontrar es a la persona que la hace. Que a la mejor puede ser un ingeniero, un reportero, una doctora, una mesera. Y con razón el del nido del jabalí esta buena, siempre esta el mismo guey perriado sirviendo y cobrando. Aunque a veces cuando chafea es por que la sirvió otro guey.

Por cierto otro lugar donde hacen buenas Chabelas es el Bambinos. Y ahora es donde ustedes me recomiendan lugares en la caja de comentarios.

2 comentarios:

Pacock dijo...

ve a la conga morro

Kamelie dijo...

La unica ocasion en que he probado una chabela, me supo a vomito. Desde entonces pido un clamato y una cerveza por separado.