A story about shit.

Hay un blockbuster que esta por villa nueva, por la Lázaro Cárdenas. No se si tenga un olor en particular dentro del local o el desnivel de la tierra este en el grado exacto para que mi estomago me de retortijones. También la comida china de la plaza Cachanilla me hace correr al baño como nieve en agosto; creo que es el aceite que le ponen, pero no estoy seguro. 

 Es tan incomodo tener ganas de ir al baño y tener que aguantarse, te hace sentir desesperación que hasta suena factible la idea de hacer del baño en una gasolinera. Fueron mis palabras en la fiesta del Emilio, una fiesta que ya había pasado de rubor, mientras seguía apeteciendo de mi cerveza que ya estaba caliente. 

 De los pocos que quedábamos estaba Emilio quien era el del cumpleaños, Carlangas y la novia de Emilio. quien ya se estaba durmiendo a las 4 de la mañana y yo. Hasta que Emilio empezó a contar una historia. 

Emilio: Yo nunca olvidare cuando me dieron ganas de ir al baño, mientras estaba esperando el camión cuando fui a pagar el recibo telefónico hace como 3 años. Mis ganas fueron leves pero mejor me senté en la banca, para atomizar el impulso de mis entrañas. Se tardo como 20 minutos en llegar el camión y cuando me levante aumentaron mis ganas mas y mas, pagué la tarifa y me senté en un asiento doble vació que estaba hasta atrás. Faltaba como media hora para llegar a mi casa y cada vez que el camión pasaba por los baches mis ojos se ponían blancos, mis manos arañaban el colchón del asiento, Mis dedos de los pies se enroscaban como gusanos y sudaba... sudaba frió. Sin contar los semáforos que me parecían eternos. Por fin el camión llego a mi casa, recordé que todavía tenía que caminar dos cuadras. La primera cuadra fue difícil de llegar, pero la última me hizo recordar la película de la pasión de cristo. Sentía que no podía más, me detenía y apretaba con todas mis ganas mordiendo mi mano que estaba hecha puño. Cuando entre a mi casa entre tumbando la puerta como judicial, por suerte no había nadie en el baño si no lo hubiera aventado del chongo. Después de reír, Fernando empezó a contar su anécdota. La cual fue una historia corta y concisa. 

"Yo el otra vez, ya hace tiempo... como cuando iba en la prepa, regresaba a la casa y también me estaba aguantando mucho de ir al baño. iba en la bicicleta y me tube que bajar por que no podia estar sentado aguantandome, pero al faltar una cuadra ya no aguante mas y me hice." 

Yo creí que bromeaba, pero estaba demasiado ebrio como para mentir. Voltee a ver a Emilio y el solo me afirmo con la cabeza, de que lo que había escuchado era cierto. 

 Tapiocadas: que, ¿tu lo viste? 

 Emilio: No, pero el ya me había contado esta historia. De que se había hecho del baño al faltar una cuadra para su casa, llego a bañarse y a lavar la ropa. Por suerte, si se puede llamar suerte… no había nadie en su casa para que se rieran de el. Carlangas al parecer agarro vuelo y empezó a contar más anécdotas poco agraciadas. Una de ellas fue que últimamente se despierta por las mañanas con eyaculaciones, sueños húmedos lo llamo. También hubieron otras cosas pero no creo que sean gratas al publico. Creo que le sirvió como desahogo esa plática. ¿Donde están los finales felices? No lo se, en ocasiones la vida no te da. 

Aunque al final puedes presumir que ya le había pasado al amigo de un amigo. Aunque suene un poco incrédulo.