Mi pasado entre las ratas.

-->

Ya habían sonado un extraño ruido entre las paredes, detrás de los muebles, y en el ropero que nadie abre.

Hasta que mire a mi abuela peleando con una chancla en mano contra un ratón, movió la mesa, movió las puertas mientras gritaba.

“Ayúdame Tapiocadas, que se acaba de meter un ratón a la casa”

Al principio me hice el sordo, pero cuando ella empezó a mover todos los muebles, fue cuando me preocupe, ya que si ella rompería algo, sin dudarlo me culparía por no haber ayudado.

Cuando fui a ver como estaba la situación ella estaba en el ropero, moviendo la ropa que nadie usa y nadie sabe como fue a parar ahí.

El ratón se salio y desapareció, claro que no fue algo cósmico, mas bien se escondió. ¿Dónde? No lo se, uso un ninjutsu mistico.

Pero fui a comprar una trampa para ratones en ese momento. Le puse jamón como anzuelo y ahí la deje.

Después de varias horas, mi abuela había puesto otra ratonera. Pero esta era del triple de tamaño, era algo exagerado.

Si me pusiera a recordar sobre esa trampa pareciera una de broma, un monumento para las ratoneras, creo que si yo la pisara por error me arrancaría los dedos de los pies.

Esa noche mientras todo estaba apagado y no se escuchaba ningún ruido, sonó la ratonera, fue un ruido menstrual para mis oídos.

Pero ni me quise levantar ya que de seguro iba a estar agonizando en pobre ratón.

A la mañana siguiente había un charco de sangre en la escena del crimen, pareciera que alguien se hubiera cortado el dedo de la mano con tanta sangre. Y estaba sobre la ratonera gigante de la cual yo me burle.

Era una rata, gigante bigotona y con botas. Bueno botas no, pero si tenia los bigotes bien peinados como si fuera el general de sppedy gonzales.

Avente cloro para limpiar la sangre, mientras mi abuela limpiaba el closet donde se había metido la rata el día de ayer.

Mi abuela empezó a tirar toda la ropa vieja que nadie recuerda como llego ahí y hasta iba a tirar el nintendo nes que estaba escondido junto con la pistola naranja y el caset quebrado de Mario bros 3.

También me encontré el viejo sega genesis con el juego de sonic 2.

Y también me encontré un libro muy misterioso que estaba sujetado con un cinto, pareciera muy secreto, como si escondiera los misterios secretos de la vida.

Mi abuela lo abrió y hasta se puso los lentes para verlo detalladamente.

El libro resulto ser un álbum de fotografías, al parecer era de mi madre. Fotos de cuando actuaba en el teatro del estado, de cuando trabajaba en la canaco y hasta de cuando estaba embarazada de mi.

Yo nunca había visto esas fotos, según ella había tirado todas cuando se caso por segunda vez.

Yo me puse a ver la tele viendo el resumen de cómo México nueva mente había sido humillado futbolísticamente por USA y como todos decían lo mismo de que ahora si le van a echar ganas y de que ahora si simulaban tener vergüenza, hasta que mi abuela dijo.

-Mira aquí esta Ramón, tu padre. Dijo mi abuela.

Me quede en estado de shock y se bajo el volumen de todas las cosas, mi vista se enfoco en la fotografía que mi abuela tenia en la mano, ya que no podía creer que ante mi estaba la fotografía de ese desconocido que nunca había visto ni un dibujo de papel.

Mi primera impresión fue, “ni se parece a mi”

-Bueno aquí esta el que te bautizo y te puso su apellido. Ya que no se parezca a ti pues eso pregúntale a tu

madre. (Dijo riéndose en forma de broma)

Al final me quede viendo la foto como una totalmente reliquia para mi, algo que yo había querido ver desde hace tiempo y por estas causas del destino hasta hoy la encontré.

¿Por que hasta ahora? Quisiera saber…

Fue algo raro, como revivir el pasado, como resucitar un muerto, como una patada en los testículos tan fuerte que me hiciera vomitar el hígado.

Pero mira la cara de pícaro que tiene, esa poce de Mario Almada, esa nariz firme como la mía, ese pelo de melena de león.

Bueno quien sabe, no fue amor a primera vista.