24 diciembre 2006

La Ultima Historia de este año.


Desde que empecé a trabajar, empecé ahorrar dinero. Al final no sabía en que me lo gastaría. Si en una computadora nueva con un stereo o tal vez dar un abono para un carro. Al final junte la cantidad de 12,000 pesos que hace unos días me los gaste. Se podría decir que me gaste mil pesos por minuto y esta es la historia...

 La verdad la idea de comprar un nuevo carro era la opción numero uno, ya que mi carro un mustang (el cual apodamos el troncomóvil, es del año en que yo nací, 83) ya esta muy viejo y exige servicios de mecánica y de llantas nuevas, a cada rato. Yo pondría 1,200 dólares y mi abuela pondría la otra mitad, esto ya juntaría para un carro bueno mas o menos, o deperdida menor peor que el que traigo.

 Pero se me metió la loca idea de operarme los ojos por que, la razón seria de que ya tendria el dinero necesario para hacerlo, esos lentes que desde la secundaria empecé a usar, aunque los necesitaba desde la primaria. Pero trataba de que nadie se diera cuenta, que como todo chico inseguro de secundaria, le daba vergüenza usar lentes, hasta que me fui adaptando a la idea de usarlos.

 En total creo que solo use tres lentes diferentes, los primeros eran unos grandes, cuadrados y pesados. Los segundos eran redondos y con el lente amarillo, y los terceros y últimos unos cuadrados y pequeños, los cuales fueron los que mas me gustaron y sigo usando.. Varia gente me decía, para que te operas cómprate un carro, al cabo puedes usar lentes y además si te operas no te vamos a reconocer sin los lentes…

Yo solo respondía: - un carro se puede comprar cuando sea, pero la operación necesita tiempo y salud, la cual tengo ahorita. Además quiero saber que se siente:

1) Mirar la televisión desde la cama con la cabeza recargada en la almohada sin que te estorben los lentes.

2) Manejar el carro con lentes oscuros para que no te moleste el sol.

3) Jugar básquetbol sin que te preocupes de que se te vayan a caer los lentes.

4) Limpiarte el sudor sin quitarte los lentes.

5) Usar lentes oscuros para zorrear a las chicas.

 Esas y mil cosas más, que la gente que no usa lentes no se da el lujo de disfrutar. O que talvez si lo disfruta, pero no sabe que tan afortunada es… Al decirle la idea a mi abuela, puso cara de confusión por un momento, y cada vez que veíamos un carro a la venta decía: "Ira, ese pudiéramos comprar".

 La verdad ella tiene un carro y yo también, pero se podría decir que ella quiere uno año 2000 para arriba. Y lo más curioso es que mi tío le iba a regalar uno que su esposa ya no quería. El día que se lo dije esto ocurrió: Iba manejando rumbo a la wal-mart de calexico, cuando le dije:

 - pero si mi tío le va a dar un carro, para que quiere comprar otro.

-- por que ese no lo quiero, cada rato se le descompone, pa que se hace, además esta muy grande esa camioneta.

- pero si se la va a dar, no le va a costar.

-- pero, por que chingados me tiene que dar ese carro, es como si me diera las sobras.

Reí tanto que me tuve que orillar de la carretera, para poder carcajearme y limpiarme las lagrimas. Ella al ver que lo tome del lado gracioso de la situación, también empezó a reír.

-- mejor, por que no me de la mitad de lo que cuesta un carro.

 La cita para la operación fue el pasado jueves, a las 2 de la tarde, un día después de una reunión de blogger en la casa de nacho 52X max (lo cual no se que signifique 52X max,) donde conocí a varias personas muy interesantes.

 Al entrar al consultorio me pasaron a la sala de espera y en ese momento llego la persona que iban a operar después de mí, una persona como de 25 o 27 años. Iba con su novia y se notaba muy nervioso. A los 5 minutos recordó que no llevaba la hoja de la cita, y aunque la enfermera le dijo que no era necesaria, el mando a su novia por la hoja, a la oficina de su trabajo. ("andi pues" ya quisiera esa atención para mí). Mi abuela fue la persona que me acompaño, ella estaba sentada en un sofá, enfrente de mí. La persona que iban a operar después de mi se sentó junto con migo como si fuéramos a hacer fila. Le empecé a sacar plática y esta fue la conversación:

- a ti también te van a operar.

-- Si.

- cuanto llevas con estos lentes. (pregunte mirándole los lentes de pasta gruesa que traia puestos)

-- 20, y tú.

- 12, pero ya estoy cansado de usarlos, además quiero saber que se siente ver la tele desde la cama sin usar lentes, con la cabeza recargada en la almohada Y limpiarme el sudor sin quitarme los lentes y jugar fútbol sin preocuparme de que se me caigan. Por cada razón que daba para operarme, el ponía cara de, SI YO TAMBIEN y sonreía como si le estuviera leyendo la mente, fue algo curada, mirar que por fin me podía identificar con alguien en esas cosas. En ese momento llego la mama de muchacho, la cual era un persona ya de edad avanzada, el la llamo con el apodo de mami, (algo que para mi seria vergonzoso en ese momento). Ella se acerco y recargo la cara de el en su vientre ya que ella estaba parada y el sentado justo a la media. Yo voltee a ver a mi abuela, pero no con ganas de abrazarla, si no muy burlon diciendo con la mirada NO MAMES YA VISTE ESO. Ella me miro los ojos y puso cara de NO MAMES YA VI ESO. La mami de muchacho empezó a hablar de un capitulo de mujer casos de la vida real, el cual no pude terminar de escuchar. Ya que la enfermera me había nombrado para pasara a la operación. Fue muy interesante la operación. Ya que me pusieron unos alambres en los ojos, como en la película de la naranja mecánica. Y fue muy gracioso por que cuando la vi. dije como fregados al guey no le dan ganas de parpadear. Y digo que fue muy gracioso por que en ese momento lo que menos tenia ganas era de parpadear, creo que estaba muy concentrado en agarrarme las manos para no agarrarme los ojos. Y creo que lo mas extraño de la operación fue que cuando me retiraron la retina de los ojos por un momento y aunque tenia una serie de lámparas enfrente de mi ojo, todo se oscureció y empezó a trabajar el láser, lo cual solo empecé a mirar manchas rojas en todo el cuarto. Al final de la operación salude al muchacho que seguía después de mi. Le desee suerte y me despedí. Al subir al carro, dije:
- Tengo hambre, que va a hacer de comer…

-- No se que quieres, respondió.

- pues vamos por unos tacos para que no cocine.

-- Al muchacho que iban a operar después de ti le llamo como 2 veces a su papa diciendo le "papito no se te olvide comprarme un pato a la no se que… que venden en el restaurante dragón".

 Gracias a eso, hubo muchas carcajadas en el camino.

18 diciembre 2006

Buenas frases de una pelicula que vi...


  • Un hombre que no dedica tiempo a su familia, no es un hombre.
  • Esa es mi familia, no soy yo.
  • Jamas dejes que alguien ajeno a la familia sepa lo que pensamos.
  • No se discuten los asuntos en la mesa.
  • Jamas a poyes a alguien que estan encontra de la familia.
  • No me disculpo, esa es mi vida.
  • Si algo nos a enseñado la historia, es que se puede asesinar gente.
Cual pelicula fue y cual es su relacion con la caricatura Animaniacs...???
it's easy...

09 diciembre 2006

El Chaleco

 -Vas a ver, te voy a pegar. Le grite a mi hermano de 4 años de edad, después de aventarme un puño de tierra en la cara, al estar jugando a los carritos y no dejarlo ganar. (En aquel entonces, el llevaba un corte de pelo llamado de hongo, muy chistoso en los niños de esa edad. Yo tenia el pelo sin ninguna forma de peinado, esponjado y enmarañado, por tal me había ganado el apodo de el melenotas en la primaria. Mi hermano más chico llevaba un peinado muy parecido al de los beatles, muy gracioso ya que no conocía en ese entonces que existió un grupo llamado así). Salio corriendo y con el mi otro hermano, un año de edad menor que el. Trate de alcanzarlo pero era muy veloz, a los pocos metros el me llevaba mucha distancia. Así que preferí aventar una piedra. Me agache rápidamente, poniendo un pie delante de otro para estar en buena pose al aventar la piedra. La más suculenta a la vista. - Aaayyyyyyyyyyy (Gritó, mientras se sobaba en donde lo había golpeado) Un remordimiento llego a mí súbitamente, por no pensar lo que hacia (¿a quien no le pasa lo mismo?) Me acerque corriendo y le empecé a sobar la espalda, arrepintiéndome de lo que había hecho. El solo me empujo y se alejo corriendo mientras se limpiaba las lágrimas con las mangas de su suéter. Con ese simple acto me hizo sentir lo mas bajo del mundo. Me quede parado largo rato jugando con una lata, la cual pateaba contra una pared. (Creo que en ese entonces lo que más quería era un súper nintendo o una pelota de fútbol, los cuales nunca tuve. Solo nos distraíamos metiéndonos en un contenedor de agua, el cual lo subíamos a una lomita que estaba en el patio trasero y nos dejábamos caer chocando contra el cerco de malla que marcaba el límite de la casa con el desfiladero de un cerro lleno de hierbas y de basura). -¿Con quien hablabas hace rato? (Me pregunto mi madre, buscando a mis hermanos con la vista). -Con nadie, solo estaba jugando. - ya metete ya esta oscureciendo. Apenas eran las cuatro de la tarde y empezaba el invierno en Tijuana. Oscurecía mas temprano de lo habitual y las noches eran muy frías. Entre a la casa y me quede sentado en el sofá, esperando a que empezara los Power Rangers en la tele, mis hermanos aun no entraban por estar jugando en patio trasero sin que se diera cuenta mi madre, algo raro ya que siempre veían el programa también. Justo cuando comenzó llego mi padrastro con un chaleco blanco el cual puso sobre la mesa, se quito la pistola que traía en la espalda baja, la descargo y la dejo arriba de la televisión junto con su placa de policía. Le cambio de canal al televisor sin preguntar si quiera si lo estaba viendo. Yo salí corriendo a ponerme el chaleco al deducir que no vería el programa. Parecía un par de vendas amarradas entre si, me quedaba muy grade, pero creo que con el solo hecho de ponerme un chaleco tan pesado ya me sentía Robocop. -¿Que es esto? pregunte… - Un chaleco antibalas -¿y sirve? (Pregunte sin ningún sentido). - Eso voy a ver mas tarde. Esa respuesta cambio todo el panorama ya que implicaba el uso de una pistola. -¿Enserio? Y puedo ver. (Respondí). - no lo se, déjame ver la tele. En la noche, ya estaba a punto de irme a dormir. Cuando pase por la sala en busca de un vaso con agua, cuando veo a mi padrastro poniéndose el chaleco. -¿Ya lo vas a probar? -No, ya duérmete -¿Pero por que te lo pones? -Nomás. El salio de la casa por la puerta trasera, mientras lo seguía muy torpemente como un niño de 10 años sigue a alguien. El puso la pistola en su boca del estomago y me dijo: - metete a la casa, esta haciendo mucho frió. Al meterme se escucharon tres tiros. Asustado me puse las manos sobre los oídos. Mi madre solo pregunto: - ¿que pasa? ¿Donde esta Javier? Afuera, probando un chaleco antibalas. Respondí mientras me alejaba las manos de los oídos. - OK, ya duérmete. Me dijo mientras se asomaba por la ventana. Al día siguiente, aunque me desperté temprano mi padrastro ya se había ido a trabajar. Dejando en la mesa las tres balas usadas y el chaleco en la mesa. Comí un conflakes como era habitual por las mañanas, jugando con las balas que estaban en frente de mí. -¡Ya me voy! Grite a mi madre que estaba dormida, mientras yo guardaba una bala en mi bolsillo del pantalón. Sin ninguna respuesta en el aire me acerque a ver si mis hermanos estaban todavía dormidos, al afirmarlo cerré la puerta y me fui corriendo a la escuela. Ya se me hacia tarde, para presumir esa bala usada, se me hacia tarde para comenzar otro día.