Una noche de año nuevo del 61 cerca de las 11 pm iba Estela caminando hacia su hogar, la cual estaba en unas cuarterías en pueblo nuevo.
A 5 pasos de la puerta sintió un fuerte latigazo en su
espalda la cual le hizo doblar su rodilla izquierda, abrió la puerta de su casa
y prendio la luz del patio. Busco a la persona que le había hecho esto sin
encontrar a nadie en los techos ni en las escaleras.
Camino 3 puertas hacia la izquierda y le exigió justicia
a su vecina juanita, quien tenía un hijo muy travieso.
-
Juanita, mira lo que me hizo tu hijo, me aventó una
piedra por la espalda, ¡casi me tumba y aun me duele!
-
- Pero Tela si mi hijo
esta dormido, desde hace una hora.
-
Tengo que verlo, no te creo, se te salió y está haciendo
travesuras.
Estela vio el niño dormido profundamente y era evidente
notar que no estaba fingiendo.
Juanita prendió la luz y vio una línea en el saco que tenía
Estela por la parte de la espalda.
-
Oye Tela, esto no fue una piedra, parece que tu saco esta
quemado, tiene una línea con costra dura, parece que se quemo.
Las dos mujeres se dirigieron al lugar donde Estela había sentido el golpe y notaron un impacto de bala en el piso y otras dos perforaciones en las láminas que
daban sombra al pasillo.
Mientras Estela digeria la escena casi mortal que le habia sucedido, Maria le grito, "vez que no fue mi hijo!"
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