Mi tio se sento a un lado de mi y me dijo:
-Ira deja te cuento una breve historia de cuando era más joven, yo tenía como 30 años y estaba allá por San Francisco de ilegal, trabajando en el campo.
Me fui un rato por que me habían sonsacado pa’ tener con que comprar un carro, pa’ cuando regresara ami tierra.
En cuanto llegamos con los gringos, nos agarro un árabe que tenia un chingo de tierras. A mi me escogieron para el corte de tomate y me dijeron que la primera temporada iban a pagar a 50 centavos la caja y la segunda temporada nos la iban a pagar 25 centavos mas.
Ahí estuve toda la primera temporada cortando tomates, diario agarrábamos el camión a las 4 de la mañana para llegar a las 6. Ahí era puro pizcar y dejar las cajas llenas de tomates grandotes y rojos. Al final del día te temblaban las piernas y no te podías sentar del dolor que te daban. Era un esfuerzo tan grande, que el cuerpo no se podía acostumbrar tan fácil. Ya como a las 8 de la noche todos estábamos roncando más fuertes que el zumbido de los moscos que no te dejaban dormir.
Algunos días, el calor y la humedad hacían que te cansaras el doble, que combinado con el lodo que había, era un martirio trabajar. Cargabas las cajas llenas sobre tus hombros, con las botas enterrándose en el lodo, jalando los pies para moverte y donde lo pusieras se te iban a enterrar, eso hacia que lloviera sudores en mi cara y no te limpiabas el sudor para proteger la mercancia. solo pensando regresar a casa, con dinero bien ganado y pensando no volver.
A veces ibas buscando tomates y de repente entre las matas se mirabas gente escondida, diciendo que estaba descansando… te dabas la vuelta y se miraba el humo de mota que se fumaba.
Al final de día decían:
-No, si yo no le hago a eso.
Lo decían fuerte y claro, por que si el mayordomo se enteraba de que alguien fumaba mientras trabajaba, era segurito de que lo corrían. Todos teníamos miedo de que nos corrieran, por que no teníamos la vergüenza para regresar a la casa sin dinero y escuchar que fulanito de tal si le había ido bien. Esas comparaciones que siempre nos hacen ver las mujeres de uno.
Una que otra vez me toco que me salieran víboras entre las matas, unas te brincaban como resorte. Yo nunca las vi como le hacian para brincar, pero se me a figura que enroscaban su cola en círculos como resorte y se impulsaban brincando con los dientes por delante. Cuando escuchabas a alguien gritando, lo primero que pensabas era: ¿y ahora a quien mordieron?
-Mordieron al chito, mordieron al chito. alcance a escuchar a lo lejos.
en cuando oi esto, Salí corriendo, por que el chito era un buen amigo mío. Aunque me halla hecho la gachada una semana después. Cuando apenas el camión iba llegando a los sembradíos, todos estábamos en duda de si nos iban a pagar 25 centavos más, por la segunda temporada que ese dia comenzaba. Ya que así nos habían dicho al principio.
Todos nos bajamos del camión y nos hicimos bolita antes de que llegara el mayordomo. Nadie quiso dirigirse a sus labores que ya estaban mas que aprendidas, cuando de repente, el chito empezó a decirme.
-¿nos irán a pagar mas? Deberías de preguntarle tu Gustavo, pregúntale al mayordomo.
-¿ah y por que yo? Si se enoja con migo me corre, y me quedo sin la segunda temporada.
-no te corre, todos vamos a estar juntos y vamos a intimidar al mayordomo para que nos pague mas.
Así el chito volteo hacia atrás y miro que todos los jornaleros estaban escuchando esta conversación. Así que el chito grito:
-Gustavo va a ir a hablar con el mayordomo, ¡verdad que nadie va a rajar!
Un “NO” rotundo e uniforme se escucho en todo el campo, sentí que mi corazón latía más rápido y más fuerte, y ya como rajarse con un apoyo como ese. Con ese grito tan seguro que retumbo entre todos los mexicanos que estábamos ahí.
Cuando llego el mayordomo en su caballo, tenía cara de enojado. Dio una vuelta alrededor de nosotros y grito:
-que pasa aquí, por que no están trabajando.
Estábamos acorralados como ovejas asustadas ante un perro ladrando, así que me anime, me separe de mis amigos y camine hacia el mayordomo.
-Lo que pasa es que hoy empieza la segunda temporada y cuando recién nos agarraron, nos dijeron que la segunda temporada nos la iban a pagar 25 centavos más. Y pos antes de trabajar nomas queríamos preguntar para que no hubiera alguna confusión.
Yo le vi la cara al mayordomo y me mando mucho a la chingada, con esos ojos de pistola que traía. Se alejo de mí y les grito a todos los jornaleros.
-A mi nadie me dijo que les iban a pagar más, y si quieren trabajar va a ser por el mismo precio. Y el que no quiera se puede regresar a su pinche rancho.
Yo me prepare a escuchar el grito de los mexicanos diciendo “NO” esa palabra retumbaría en el aire gringo y haría que el mayordomo se cayera del caballo. Así que me pare a un lado de el para ayudarlo en su caída.
Voltee a ver a los mexicanos y todos tenían la cara baja y la mirada perdida, voltee a ver al chito y ya se había dado la media vuelta para agarrar su caja y pizcar tomates.
No se describir lo que sentí, me quede petrificado, cuando de repente el mayordomo giro con su caballo y se puso frente a mi.
-Ya vez, ahí ta’ tu gente, ya ni digas nada y vete a trabajar antes de que te corra.
En cuanto termino de decir esto, se fue a inspeccionar como estaban trabajando. Yo me di la media vuelta y mire si el camión aun no se había ido. Para mi suerte ahí estaba todavía, así que me dirigí hacia el.
Iba solo como perro, maldiciendo a todos, me hervía la sangre y todo por creer en gente tan cobarde, que dirían sus hijos si les contara la historia de cuando sus padres se acobardaron ante un mayordomo mexicano que se creía gringo, nomas por nacer ahí.
Se me hizo largo ese tramo hacia el camión, cuando de repente escucho el galope del caballo del mayordomo, y a la vez un grito que decía:
- hey shory.
Cuando llego, el mayordomo dijo:
-como que te vas, así solo y sin nada.
-pues a mentada mente yo naci así, solo y sin nada. Y así me voy para que no me exploten.
El mayordomo se empezó a reír como si le hubiera contado el chiste de mi vida. Más me encabrone y me agarre de la puerta para subirme al camión.
-No, perate shory no te vallas, Tu me caes bien. Te voy a poner en otro trabajo, ocupo a alguien que me ayude a lavar los vasos y platos en el restauran de los jefes. Agarra el trabajo y empiezas hoy o mañana, además… vas a ganar más que aquí.
-No quiero, van a decir que me vendí, que soy un rajón.
Le conteste con el corazón, me imagine a todos los jornaleros viéndome lavando esos platos mientras me gritaban: rajón, no que muy! Muy!,
No, no lo soportaría.
Cuando el mayordomo contesto después de reírse con unas carcajadas a reventa-bocas.
-JaJaJa ¿te preocupas de estos? ¿De estos que te dejaron solo? Mírate ahí solo en el camión y aun así te importa lo que digan estos… Ellos son los rajones shory. A demás tienes mi palabra de que si uno se ríe de ti, lo mando a chingar a su madre de aquí.
-Ta’ bueno le dije. Me subí al camión y me fui.
Al siguiente día ya tenia el mandil para lavar los platos, estaba en un área con aire acondicionado y ya no me dolían tanto las piernas. A parte de que me pagaban más, así todo pintaba más bonito.
En ese tiempo nadie se atrevió a decirme rajón, ni cuando me regrese y ya estábamos en México. Pero eso si, solo me aclararon algo: que shory se escribe shorty y que significa cortito o chaparrito, así como soy yo.
Por que los gringos se burlan del acento que hacemos al hablar ingles?
5 comentarios:
sabes porke? porque son idiotas, como su sentido del humor
atte Srito Balardy
Eso si es trabajaaar!!
Aunque también es triste, que tengas que pareces casi esclavo, para poder ganar un salario tan bajo =S
Me acordé de mi abuelito.
cuando la gente te pregunta si sabes ingles no es una simple pregunta de "si" o "no", si no que te deben de dar opciones.
a)ingles britanico
b)ingles hispano
c)ingles sureño
d)ingles candiense
e)black english, ese es el mas dificil "i can fukin told ya"
i kno! thats for sho!
yo! bitch!
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