Un día nos detuvimos en el área de juguetería buscando alternativas baratas que comprarle y fue cuando vi unos hot wheels colgados en el exhibidor, a él le atrajeron de inmediato y escogió uno y… yo otro. Cuando iba a pagar él también quiso un chocolate y le dije “debes de escoger entre el chocolate o el carrito”, Escogió el carrito y de ahí no volví a comprar dulces.
Llegamos a juntar 100 carros en unos cuantos meses y en navidad compramos varias pistas, también mi suegro y sus tíos le regalaron varias piezas que hicieron crecer la colección “El Charger y el Daytona” eran los favoritos. En ese tiempo me uní a un grupo de Facebook donde se juntaban en un parque que esta por Santa Mónica, me quedaba lejos de mi casa, pero llegué a ir dos veces. A los dos meses me sacaron del grupo sin ninguna explicación y no volví a solicitar entrar.
Dos años después cuando mi hijo cumplió 5 de edad le dejaron de interesar los carritos, los cambio por Bay Blades y pase de comprar Hot Wheels para ahora comprar una colección de trompos chinos que sacaban un espíritu ancestral al ser invocado a la mitad de la batalla. Gritabas “Libérate SPRAIZEN” y hacías que el trompo girara más chingon que el del contrincante hasta despedazarlo. Una vez estaba yo acostado en el sofá viendo la televisión y salió una de esas partes metálicas disparada a mi frente. Mi hijo se me quedo viendo y le dije “Boys dont cry”. Mi esposa se quejó el resto del día defendiendo de que los hombres pueden llorar cuando ellos tengan ganas de hacerlo y no deben de ser reprimidos.
A los meses se empezaron a hacer limpias de juguetes, siempre regalábamos muchos, pero no tocábamos los Hot Wheels, aunque fueran básicos y ninguno de gran valor no los podía regalar o tirar, tenían más valor sentimental en mí que para mi hijo. Yo seguía comprando en las tiendas, pero era más selectivo. Aunque frustraba no encontrar las piezas que mirabas en los videos de you tube. Solo encontrabas carros de fantasía de carros que no existían en la vida real.
Cuando mi hijo cumplió 7 años falleció mi abuela, yo para ese entonces iba a cumplir 40 años y empecé a trabajar desde casa. Entre semana me la pasaba pensando que comer o que agarrar del refrigerador. Uno piensa que con más tiempo libre podrás tener mejor dieta o hacer ejercicio para mejorar tu salud, pero no fue así. De ahí siguió jugar video juegos y ver películas.
Hasta que un día tuve un sueño, donde una voz familiar me hablaba, yo estaba en una Walmart y la voz de mi abuela me decía: “ven, sígueme”. Yo seguía a donde creía que salía la voz, hasta que llegue a estar en la esquina de la tienda en un pasillo que es para juguetes de bebe. La voz me dijo: “busca tu regalo”. Yo buscaba entre las cajas y encontraba varios hot wheels difíciles de encontrar que los coleccionistas llaman Super TH.
Como suele pasar, el sueño se me había olvidado y a los tres días tuve que ir a comprar algunas cosas para preparar la comida. Al hacer fila con el cajero recordé el sueño, mi curiosidad me llevo a ese pasillo el cual estaba lleno de cosas para bebes y unas cajas llenas de tapetes, leche en polvo y pañales. Busque por un rato y no encontré nada, voltee a ver los anaqueles y entre los juguetes de los bebes había un muñeco de “Iron Man” que no cuadraba entre los juguetes que se mostraban. Lo tome y lo lleve al verificador de precios y decía que costaba 30 pesos. Creí que había sido un error así que pasé varias cosas que estaban a un lado del anaquel, y todos daban el precio correcto, volví a pasar el juguete y apareció nuevamente el precio de 30 pesos. fui a pagarlo de inmediato para aprovechar esta oportunidad y salí corriendo como si lo hubiera robado.
Estuve varios días indeciso en abrirlo o venderlo. Al final lo deje guardado y seguí comprando figuras de Marvel en ofertas de Facebook, hasta que compre unas 10 figuras de Spider Woman y de “He man”; Las cuales cuando las quise revender en páginas de Facebook mire que no eran muy buscadas y que la gente de esos grupos eran super exigentes al momento de comprarlas y regateaban mucho. Al ver que no me iba a llegar a ningún lado este coleccionismo lo dejé.
Alguien una vez posteo carros de hot wheels en las páginas de juguetes, haciendo referencias a otros grupos de Mexicali, me fui metiendo a otros grupos y enviando solicitudes de acceso hasta que fui aceptado. Ahí me brindaron la información de donde se reunían a vender. Esta vez me quedaba a 5 minutos de mi casa.
El primer día se siente como un ambiente de disneylandia. Unos 12 puestos de hotwheels, en algunos todos tienen precios diferentes y cosas diferentes. Y me encontré a 4 personas que había conocido en trabajos anteriores. Me ponía a platicar con ellos para ponerme al corriente de sus vidas y compartir comentarios de sus colecciones. En esos días yo estaba buscando los batman, Tooned y los Mario Kart.