Mi nombre se escucha a lo lejos, bueno no tan lejos… yo
estaba en la cocina y ellas en la recamara que está en seguida, como a unos 3
metros.
Al entrar al cuarto empuje la puerta en su totalidad y a los 2 primeros pasos tropiezo con unos zapatos de mujer que había en el piso.
-
Ahh quien dejo esto aquí? Uhh no deberían de
dejar estos zapatos tirados…
-
-- Mira nada más, ahora resulta que tú te quejas
de eso!
-
-Bueno, pero cuando yo los dejo en la sala, nunca escucho que alguien se tropiece, pero para que me hablaban?
-Bueno, pero cuando yo los dejo en la sala, nunca escucho que alguien se tropiece, pero para que me hablaban?
-
-- No, ya nada. Te íbamos a contar algo bonito, pero ya no.
Chantajes femeninos de mi esposa y mi hija; quienes estaban
acostadas en la cama. Mariana sobre su madre acurrucada como bebe.
-Bueno ya vine hasta acá y ahora me cuentan lo que querían.
-- Si Mariana, cuéntale a tu papa.
Mariana escondió la cabeza en el antebrazo de su madre y grito
“NO!”.
-
--Lo que pasa es que Mariana dice que en el kínder
los dejaron jugar con plastilina y ella se hizo un anillo, se lo puso y se los
enseño a todos. Entonces Armandito se le acercó y le pregunto si se quería casar
con él.
- -¿Y qué contesto? Mariana dime, no escondas la
cabeza. Se responsable de tus actos! Mírame a los ojos hija mía y cuéntame que
ha pasado. Lo dije gritando, arrodillado, mirando el cuadro del sagrado corazón,
mis manos arrugaron las sabanas de la cama y mi baba llegaba a la altura de mi
cuello.
- -- Le dije que NO! Grito Mariana.
De repente una rosa apareció en la cama y una brisa acaricio
mi rostro, no recuerdo si esa brisa tenia lavanda o vainilla o ese nuevo aroma
que tienen los aromatizantes de “Crisp Breeze, ropa limpia” de air wick que me
gusta tanto.
-Gracias! Gracias!
- -- Espérate pero hay otra cosa que no termina de
decirte. Ese niño se le acercó y le dio un beso de baba. Un beso de baba a mi
hija! Solo tiene 4 años. Dijo su Madre.
-
¿Mariana es cierto? ¿Dónde te dio ese beso de
baba?
- -- Pues en la boca papá.
-
Pero le dijiste que no te casarías con él ¿verdad?
Mariana movió la cabeza diciendo
que no y volteo a ver los ojos de su madre.
- -- Tapiocadas haz algo! Solo tiene cuatro años.
No importa mujer, ella dijo qué no; Aunque sea el niño que
le guste y se le presente la oportunidad perfecta, ella dijo que no. Me levante
del piso y puse la rosa en un florero que también mágicamente apareció. Y le
puse agua de garrafón que me cuesta 23 pesos.