20 mayo 2010

Tu me la pelas, tu tambien, aquel no, tu si, tu tambien, tu no, ni tu tampoco.

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Hay momentos en la vida, en la que uno dice, yo puedo hacer algo mejor que eso. Pero muchas de las veces quedamos a salir debiendo, no me refiero a que fracasemos, si no, que no llenamos la expectativa a la que le pensábamos pegar. 

Así como un primo, que es amante incondicional de las artes marciales y sin embargo es pésimo para ellas, no tiene nada de agilidad o flexibilidad, es tosco con su movimiento corporal, pero a eso nada le quita que tenga todas las películas de bruce lee, unos chacos que nunca usa y espadas ninja. El sigue yendo a clases de kung fu. Y creo que sus patadas ya se pueden levantar a la altura de su cintura. El ama las artes marciales.

O como yo, que me metí a la carrera de medios audiovisuales por que siempre me ha gustado mucho el montaje de las imágenes, las películas, caricaturas, las historias, y sin embargo en ese tiempo, nunca hice algo espectacular como pensé que lo haría. Llego la oportunidad de un trabajo y me fui corriendo a él, como niño perdido que encontró a su madre. Tanto que estuve chinge y chinge, para después irme a refugiar a una oficina que me da monotonía, estrés, encierro, y sin embargo me considero a gusto y contento, que a pesar de los temblores sigo yendo a ese segundo piso a un lado de las escaleras y no me quejo, es más, lo disfruto. Comiendo como puerco, ya que hice una evaluación del dinero que me he gastado durante ese tiempo, y resulta que el 40% me lo gasto en comida, un 10% en gasolina, 20% en cerveza y el otro % no se a donde fregados va a parar.

Ayer me encontré al chilango, en la entrada de la fábrica, hace un friego que no lo miraba, ni me caía bien, ni en la prepa ni en la universidad. Y como él era nuevo, me saludo como si yo fuera su jefe.

- Felicidades por entrar aquí, échale ganas. (le dije)

En realidad no se lo dije de hipócrita, ni de dientes para fuera. Se lo dije bien. En serio. Ya de lo que el haga, ya es su suerte. Creo que guardar rivalidades o rencores es estúpido para la cordura.
Pero que comparación a cuando yo entre y trataba de reconocer caras, para no sentirme desorientado, o fuera de la jugada. Para mi suerte me encontré con unos que eran mis amigos, pero graciosamente me encontré con un monstruo.
Y digo monstruo por que mide como 2 metros y tiene el peinado de animal (el de los muppets baby’s) cuando lo vi por el pasillo, entre cerré los parpados y gire un poco la cara. Y si, si era él.
Era el morro que me quería pegar en la secundaria. El que una vez me aventó a las mochilas y rompí una regla T y el prefecto nos hizo pagarla. Pero ahora, ya es más grande y fuerte, ahora si le saco a ponerme contra él, a comparación a cuando iba en la secundaria. Lo bueno que somos civilizados, pero si me lo encuentro por el pasillo otra vez, si le desvió la mirada. Aunque creo que si me reconoció, por que puso las mismas facciones que yo puse.
Bueno en fin, a la mejor el destino hace que me muevan de puesto y sea su jefe. Eso estaría chistoso. Y no chistoso a la vez.
Quién sabe, a la mejor cada vez que pasa por el pasillo y mira a la ventana donde está la oficina donde yo estoy y me mira con los audífonos puestos, sentado frente a la computadora, tomando café y comiendo pastel de lunes, el lo toma como una curiosa jugada del destino.
Y diría:
- si yo hubiera hecho tal cosa, yo estuviera como él, o hasta mejor, pero no, estoy aquí de técnico en mantenimiento.
Así como Enrique Bunbury, que escucho la canción de "Nada" de Zoe, y creo que pensó que podría hacerlo mejor que el cantante de este grupo. Y dijo: hagan un nuevo video para salir yo dándole unas clases de baile, de vestir, de presencia, de voz y de carisma, a este tío.
Si a mi me lo preguntan, si lo hizo. El cantante de zoe se mira como una voz segunda en esta canción, sin glamur ni gloria, solo una sombra a un lado de una pared obscura.
"La Sombra", asi le dicen al uno del trabajo, nada mas por que esta prietillo.
. sin bunbury: Con bunbury:

09 mayo 2010

El sabor de las puchas


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Cuando yo iba en la secundaria era de las personas que compraban revistas de música y de cine, para recortar fotos y pegar un collage bonito en mis libros de física y español, dos materias que nunca me han gustado para nada en toda la vida. Y afortunadamente puedo decir que puedo sobrevivir sin eso, así como mi primo cacho que no se sabe el abecedario y ya casi cumple los 35 años y ya es una persona que considero que ya hizo su vida.
En estos libros, la verdad no recuerdo en cual fue, ni en qué grado fue cuando llegue a pegar la siguiente foto:
Yo no entendía nada en esa foto, más que el rozo sexual que tiene, en aquel entonces no había internet para buscar rápidamente la canción, ni había estaciones de radio a las cuales yo pudiera llamar para pedirla. Pero no sé por qué, nunca me pregunte por el sabor de las puchas. Siempre creí que el olor era flora, y el sabor era a miel. Era como un mito para mí en ese entonces.
Y la verdad que las primeras veces que experimente con puchas, si fue agradable, un olor agradable y a veces con cierta fragancia a orina o sudor, lo cual es considerable. Pero la ultima vez, fue un sabor acido tan desagradable, que mi mente hizo un flash back a la imagen que les acabo de mostrar.
No entiendo por que paso esto, ese sabor a acido, por de agua con monedas. Peor que la cerveza caliente. Era como meter mi lengua a un refugio de antioxidantes o al radiador del carro con el agua llena de oxido. Creo que eso fue, creo que esa fue mi descripción acertada. Meter la lengua al radiador del carro. Claro que por la excitación me aguante las ganas de decirle que tomara más agua. Ya que ya había probado su pucha anteriormente y no era tan acida como en ese momento. A lo que me hizo pensar. Y la mía a que sabe? Claro que hablo de mi pene. De mi espada del augurio. Pero no sé, creo que gracias a dios nunca sabré, pero ella decía:
-Sabe bien, no muy bien, pero me gusta, me agrada.
Casi le digo: si yo, si tomo agua 2 litros al día.
Pero no le decía nada, mejor me ponía a ver el techo del cuarto, o al espejo, o a la pared. No sé, a veces las mujeres se molestan por tonterías.
Bueno quien sabe, no soy un pervertido pensando en que sabría la vagina de cara mujer que veo, solo de las mujeres que son bellas, de buena figura. Bueno este no es un mundo feliz, pero hay que hacerlo feliz, así con una canción al final, como el programa de chabelo donde todos los domingos canta al final de su show.
Bueno es que me acorde de mi tía concha, que la estaba soñando dos semanas atrás. No se podría decir que fueron pesadillas, pero fueron sueños raros. Y en ambos estaba ella. Así que fui a visitarla al panteón junto con la llana tumba de su hija Sandra, la cual me salvo la vida una vez, y de no ser por ella, yo no estuviera escribiendo este post.
Así se fue mi tía concha, con una canción antes de la sepultura, si me preguntan cual canción era, no lo recuerdo, pero siempre que voy a visitarla hay una canción diferente en el aire, que le cantan a los nuevos en el panteón. Esos lugares son tan coloridos en el mes de octubre, no como los panteones que ponen los gringos, con el césped gris y flores rojas, esos gringos no tienen ningún significado, ni historia, ni cultura, yo creo que por eso tienen esos nombres tan sin chiste, sin significado o razón de ser.
Como el dentista que me saco la muela, no recuerdo su nombre, ni su apellido, pero si recuerdo su cara si lo veo, me dolió tanto la muela que me saco, sentir el taladro en mi boca y esas pinzas, y palancas a presión. Por primera vez en la vida quería renunciar a algo y era a ese tormento, pero afortunadamente aguante hasta el final. Y el secreto de esto es visualizar el éxito de lo que pasara si resistes. Así como hoy, que después de una semana de eso, ya comí tacos, pizzas, cerveza, solo me falta un buen cigarro, pero ese me lo estoy guardando para mañana, no quiero ser tan avaricioso. Pero siendo razonables, de haber sabido que me dolería tanto eso de sacar la muela del juicio, no lo hubiera hecho.