Ya dos semanas en el trabajo desde que regrese de mis
vacaciones de fin de año, no he hecho nada más que sentarme a ver el correo
todo el día y Jugar star craft contra el que contrataron para que me
ayudara en el proyecto.
Hasta que mi jefe me llamo al celular.
- Hola, puedes venir a mi lugar por favor. (Fueron sus palabras) Ya sabía que nada bueno
quería, ya que las reglas de la oficina son:
*Si son cosas buenas, vienen a buscarte.
*Si son cosas malas, te llaman al celular.
*Si son cosas buti malas, te mandan un correo… (Algo así
como cortar a la novia).
No había mucha voltereta en el tema. La idea era directa y
sin rodeo.
irme a trabajar a Tijuana otra vez. Pero… ahora será
totalmente diferente, será
indefinidamente.
Después de que mi jefe me dio la
bofetada con guante blanco y me ofreció el trabajo en Tijuana.
Lo acepte. Pensando no hay nada en Mexicali que me detenga a no
hacerlo. "he aqui a la puta vendida"
Para la próxima semana ya habré dicho adiós a mi silla que
me jode la espalda, mi laptop que suena como sonaja, los chistes mamones del
cesar que tiene 40 ta años y sigue diciendo mamadas como si tuviera 20. Dejare de tomar el café con canela de la oficina, ir a
mi casa a jugar Xbox y comer comida calientita que me hacen en mi casa.
Después de haberme vendido con esa propuesta de irme a Tj.
fui a solucionar un problema en una máquina de
producción, y casualmente en esa línea estaba una morra que Salí con ella hace
poco.
(Shit), me sentí incomodo, pero al parecer ella se sintió más incómoda, porque se escondio en cuanto me vio. No tengo nada contra ella, de hecho me alegra haber salido
aquella vez. Por qué aprendí una valiosa lección.
Cuando Salí con ella, sabia que había tenido un hijo, pero
nunca había sabido la edad del niño o niña o engendro... lo que sea.
Después de la fiesta en la que fuimos esa noche, la invite a ir a otro lugar, lo cual
ella se negó.
Creo que preguntar: -No quieres ir a otro lugar? suena muy
comprometedor, por eso se negó inmediatamente.
Reí un poco y confirme: -Me refiero a un antro o a un bar.
- Haaaa, siiii
Fuimos al jessi james. Me cago ese lugar en cuanto entre. A mis 25 años me considero muy amargado para ese lugar,
donde tocan pura música de banda y toda la pinche gente esta sentada. Así que mejor fuimos a otro lugar.
Al entrar al carro, ya estaba como matador de toros con la espada levantanda, y me lance sobre ella, como pulpo "OctoTapia".
Al minuto me detuve y al ver que ella no se imponía sobre
mis actos, seguí adelante… al cabo que un hombre, llega hasta donde la mujer
quiere.
Seguí hasta bajar su blusa y chupar sus pezones café
oscuros, con el pezón levantado de dinamita.
Ella tocaba mí entre pierna con un ritmo agradable,
mientras me mordía el cuello.
Todo iba bien, hasta que empecé a succionar sus pezones.
Me dio un sabor raro… Era algo así como medicina.
Y no se me quitaba el sabor de la boca. Desde el primer momento estaba seguro que no era el sabor
del sudor. Me detuve de semejante acción candente y me hice para
atrás.
Ella, empezó a reír con los senos de fuera, botandole.
- ¿que? Nunca habías probado la leche materna? Dijo vuelta en risa.
No sabía que decir, ni que hacer como por 5 segundos.
Hasta que deje de pensar.
Después de juguetear con su pechos toda la noche y ella
jugar al micrófono decompuesto. La lleve a su casa.
Al día siguiente me entere de que su hija tenía 3 meses
de nacida. Después de eso, nunca más le volví a hablar.
Miento, solo cuando estaba caliente le llamaba, para
pasar por ella, en los lugares de 300 pesos el cuarto.
Hasta que llego ese día…
Después de haber estado con ella. Al
terminar ni me dieron ganas de verla, ni de hablarle y menos de llevarla a su
casa.
Me dieron ganas de pagarle un taxy y nunca más volverle a
hablar.
“Nunca mas volverle a hablar”, eso si paso.
“Enviala a su casa en taxy”, solo quedo en tentativa.
Creo que ahí fue cuando me convertí entre sus amigas en: “el hombre que es igual a todos” o “la mierda con patas” o “el viejito que se
cansa después de 3 palos” o simplemente “el mamón que solo te quiere para cojer”.
Aunque hace una hora la volví a ver, al parecer se había
pintado el pelo, y cuando me vio me saludo y me sonrió.
Me dieron ganas de que me la chupara, pero no de cogermela.
Aunque tal vez solo me quería saludar.
